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Un científico israelí cuyo trabajo fue alguna vez ridiculizado por su investigación “descabellada”, calificada así por sus colegas por combatir la creencia de que los patrones atómicos de los cristales eran repetitivos, fue galardonado ayer con el máximo premio de la ciencia, el Nobel.
En 1984 Daniel Shechtman difundió, luego de dos años buscando una revista para publicar su descubrimiento, la existencia de minerales llamados cuasicristales, formas estructurales de átomos o moléculas que tienen un orden no periódico y que forman patrones que llenan todo el espacio sin huecos. Los químicos del mundo se burlaron de su teoría y le enviaron al hoy Premio Nobel de Química manuales básicos de cristalografía.
Con una corbata azul que ilustra la composición de los cuasicristales, enlaces entre átomos que asemejan los mosaicos de arte árabe, Shechtman apareció ante los medios de comunicación reunidos en Haifa, al norte de Israel, para relatar sus primeras impresiones por el premio. “Esto no es sólo un premio al instituto Tejnión o a Israel, es un premio a toda la ciencia”, dijo el galardonado.
El descubrimiento no se limitó a la difusión teórica de una nueva forma de ver los cristales. Con la elaboración adecuada de cuasicristales se puede fabricar, por ejemplo, una aguja muy fina y muy dura, pero al mismo tiempo irrompible, herramienta ya patentada por una empresa sueca. Además, en las cirugías oftalmológicas hay aplicaciones de este metal.
Shechtman encontró lo que entonces se consideraba una “imposibilidad”, unas estructuras en las que los átomos están contenidos en un patrón que no se repite. Hoy es referente fundamental en la investigación química de todo el mundo.
¿Qué son los cuasicristales?
Son formas estructurales de átomos o moléculas que tienen un orden no periódico y que forman patrones que llenan todo el espacio sin huecos pese a que carecen de simetría, a diferencia de los cristales, que se componen de patrones repetitivos.
Apuestas por el Nobel
Hoy se da a conocer al ganador del Nobel de Literatura. El año pasado resultó sorprendente la asignación de un latinoamericano para recibir el galardón; figuraron nombres como Haruki Murakami, un escritor japonés que por años ha estado en las listas de casas de apuestas por el Nobel.
A unas horas del reconocimiento público del próximo literato con la máxima distinción, las casas de apuestas Unibet y Ladbrokes en Europa tienen encabezando la lista a Murakami, por segundo año, y, una gran sorpresa, Bob Dylan. ¿Será éste el año del japonés?, ¿el trovador se adueñará del premio literario? Basta buscar en Internet para conocer al Nobel que recorrerá el mundo sumando galardones, como hizo en 2010 Mario Vargas Llosa.