Estreno hoy

César Brodermann derriba muros con danza

El coreógrafo presenta Traslado permanente, con el que busca traspasar las fronteras mentales y reta al público al incluir dos shows separados por una barrera; plantea “qué pasa después de cruzar al otro lado”

Los intérpretes, durante una sesión de fotos del performance.
Los intérpretes, durante una sesión de fotos del performance.Foto: Cortesía Compañía Aterno
Por:

El artista multidisciplinario César Brodermann reta a los espectadores con el performance dancístico Traslado permanente, al correr simultáneamente dos shows separados por un muro, impidiendo que el público vea la totalidad del montaje para alimentar su curiosidad, pero también llevarlos a cuestionarse qué pasa después de cruzar al otro lado y qué está ocurriendo ahí, además de reflexionar sobre las barreras que nos impiden avanzar.

“Tenemos un muro que divide al show y a la audiencia en dos partes, al principio comienza como si fueran dos, pero logramos destruir, abrir este muro, pero no tanto como una frontera física de irte a un país necesariamente, sino como una barrera que se convierte en algo que nos divide a nosotros mismos, de empatizar con otras personas, de poder ser quienes queramos ser nosotros.

“Después de que se rompe este muro, imaginamos un mundo utópico en el que no hay límites, es pensar, cómo mi cuerpo se mueve más allá del límite”, explicó a La Razón César Brodermann sobre Traslado permanente, que se estrenará hoy en la Explanada La Espiga Rufino Tamayo del Centro Cultural Universitario de la UNAM a las 19:00 horas.

El ganador del Premio Nacional de Danza detalló que con este performance profundiza también en las barreras mentales que nos impiden ser nosotros mismos o lograr alguna meta.

“Muchas veces nuestra propia mente es nuestra frontera más poderosa, al creer que no podemos cumplir un sueño, hacer algo que queremos realmente. Pienso que desde mis propias historias sobre quién tengo que ser, cómo tengo que comportarme, vestirme, estas cosas he tenido que ir desdibujándolas y rompiendo para saber quién es César, quién es cada quién, es lo que la pieza intenta hacer, desdibujar esas fronteras, que tal vez no podemos romper en la vida real, pero tal vez podemos usarlas a nuestro favor, porque también hemos analizado que los límites nos pueden dar libertad, que no necesariamente es algo malo, si entiendo que estos límites ya están ahí y cómo puedo usarlos a mi favor”, compartió César Brodermann.

Detalló que en Traslado permanente también invita a reflexionar sobre cómo aceptar la incertidumbre, al no saber qué ocurre del otro lado del muro que se instale como parte de la obra.

“Es pensar cómo podemos aceptar la incertidumbre y cómo vivirla, en vez de que nos dé miedo, estamos hablando de qué pasaría si estuviera o no presente, porque el miedo es una de las fronteras mentales que tenemos en nuestras vidas, es pensar qué pasaría si no existiera, me recuerda un poco a ser un niño, esta curiosidad constante”.

Dijo que con el performance continúa planteando nuevas maneras de acercar a la danza a los espectadores.

“Uno de mis propósitos como artista es cómo puedo romper esta idea de lo que es un performance de danza, por eso mismo estamos en la explanada del MUAC, más allá de estar en un teatro, esta idea de dividir al público, aun cuando puede ser delimitado me gusta, tanto para la audiencia como para los bailarines. Me gusta cuestionar que realmente nunca sabemos qué está pasando del otro lado, no lo sabremos, pero es lindo pensar que tal vez del otro lado está pasando exactamente lo mismo. Me hace imaginar o querer que la audiencia venga a ver al otro día qué hay del otro lado, me gusta tener a la audiencia curiosa”, dijo acerca de Traslado permanente, que también se presentará el sábado y domingo próximos en el mismo sitio, pero a las 18:00 horas; y luego llegará al Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, el 6 y 7 de septiembre.

Traslado permanente
  • Cuándo: 30 de agosto al 1 de septiembre en la Explanada La Espiga Rufino Tamayo del CCU
  • Horarios: viernes y sábado, 19:00 horas; domingo, 18:00 horas
  • La entrada es libre