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Cineteca Nacional: ¿Qué filmes verás en la Semana de Cine Japonés?

La Semana de Cine Japonés reúne nueve filmes restaurados en México gracias a la Fundación Japón; los inicios del cine sonoro nipón, ruta de la programación

Comienza la Semana de Cine Japonés en la Cineteca Nacional.
Comienza la Semana de Cine Japonés en la Cineteca Nacional. Foto: Especial

Arriba a la Cineteca Nacional la esperada Semana de Cine Japonés con una programación que estará en cartelera hasta el próximo 15 de agosto. Permite un acercamiento con los clásicos perdidos del cine nipón, a través de más significativos realizadores y, asimismo, de sus figuras más relevantes o de aquellas consideradas como personajes de culto.

Selección centrada en los orígenes del cine sonoro del país asiático a través de un viaje a los inicios del séptimo arte en una invitación para reflexionar sobre su historia y sus diferentes manifestaciones alrededor del mundo.

¿Qué filmes conforman la Semana de Cine Japonés?

Los nueve filmes retocados llegan a las salas del recinto de Xoco con el propósito de mostrar la evolución entre un cine figurativamente mudo a uno que incluyó la palabra hablada como un elemento clave de su vasta y significativa producción.

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Madamu to nyōbō (1931), de Heinosuke Gosho, se suscribe como la primera película sonora nipona, aunque en el cine japonés existía tradicionalmente el benshi, narrador que no sólo iba describiendo la cinta, sino que además interpretaba las voces de los personajes y realizaba los efectos de sonido. Este cronista no fue exclusivo de Japón, pero en ninguna otra parte del mundo tuvo tanta trascendencia y prestigio.

La parada inicial de este ciclo que aborda los primeros años del cine sonoro japonés, se sustenta en tres películas de Sadao Yamanaka, las únicas sobrevivientes de toda su producción, las cuales se proyectan en formato digital DCP por Fundación Japón en México: Tange Sazen y la vasija del millón de ryō (1935), Kōchiyama Sōshun (1936) y Humanidad y globos de papel (1937).

A esas tres cintas se agregan otros títulos contemporáneos, realizados entre 1935 y 1939, de cineasta muy reconocidos: Kenji Mizoguchi, Yasujirō Ozu, Mikio Naruse, Teinosuke Kinugasa, Heinosuke Gosho y Masahiro Makino.

Programación producciones fílmicas de valores artísticos encomiables. Presentamos las sinopsis de cada una de ellas.

¿De qué tratan las películas de la semana de cine japonés?

1. Tange Sazen y la vasija del millón (1935)

Director: Sadao Yamanaka. Versión cómica del género samurái. El primogénito del clan Yagyu regala un jarrón que contiene un mapa que indica el lugar donde permanece oculto un millón de ryō (monedas de oro). Cuando descubre el secreto, se embarca en una búsqueda para recuperar la vasija, la cual llega a manos de un niño huérfano adoptado por Tange Sazen, un legendario samurái tuerto y manco. Su sentido del humor y su ironía destacaron a esta obra como una de las producciones japonesas más sólidas de los años 30.

2. Kōchiyama Sōshun (1936)

Director: Sadao Yamanaka. Después de que el joven Hirotaro roba el cuchillo de un viejo samurái, se desencadena una serie de acontecimientos desafortunados que involucran a su hermana Onami, al dueño de una casa de apuestas, a un ronin errante y a una geisha. En la segunda de sus tres únicas películas conservadas, Sadao Yamanaka confeccionó un jidaigeki (drama de época japonés) pionero en el cine de yakuzas, que explora los bajos fondos del Japón feudal, preservando el humanismo y hasta el humor que caracterizan su obra.

3. Humanidad y globos de papel (1937)

Director: Sadao Yamanaka. Matajuro, un samurái venido a menos, sobrevive fabricando globos de papel junto a su esposa en un barrio pobre en las afueras de Tokio. Allí vive también Shinza, un peluquero que siempre anda metido en problemas por su afición al juego. Las vidas de los dos hombres se entrecruzan cuando se ven envueltos con una familia de prestamistas y un poderoso jefe. Considerada como la obra cumbre de Yamanaka, Humanidad y globos de papel es uno de los jidaigekis más influyentes en la historia del cine japonés.

4. La venganza de un actor (1935)

Director: Teinosuke Kinugasa. Un onnagata, intérprete de teatro kabuki que encarna a personajes femeninos, orquesta una terrible venganza en contra de los responsables de la muerte de sus padres cuando el actor era sólo un niño. El más exitoso de los jidaigekis del director Teinosuke Kinugasa enmarca al actor Kazuo Hasegawa, quien interpreta a tres personajes: el protagonista, la madre de éste y un mafioso. Originalmente de más de cinco horas de duración, el filme fue considerado perdido hasta que se recuperó una versión en 1952.

5. La mujer en la niebla (1936)

Director: Heinosuke Gosho. Ambientada en la zona de clase trabajadora de Shitamachi en el centro de Tokio, este conmovedor drama de Heinosuke Gosho se centra en un estudiante de derecho desilusionado y descarriado que deja embarazada a una camarera, y el tío bien intencionado que, en un intento por ayudarlo, sólo empeora las cosas. Conocido por sus melodramas familiares centrados en la vida cotidiana (shomin-geki), aquí Gosho pone énfasis en la generación más joven agobiada por el sacrificio que su sociedad les pide que hagan.

6. El hijo único (1936)

Director: Yasujirō Ozu. La viuda Tsune Nonomiya lo sacrifica todo con tal de que su hijo Ryosuke pueda asistir a un instituto en Tokio; sin embargo, años más tarde, y de visita en la ciudad por primera vez se dará cuenta de que el joven ha perdido un importante puesto de funcionario y es ahora un humilde profesor. En su primera película sonora, Yasujirō Ozu toca temas como el amor, el sacrificio, la familia y la decepción, para desarrollar una película que es considerada por muchos entre las mejores de su filmografía.

7. Duelo en Takadanobaba (1937)

Director: Hiroshi Inagaki, Masahiro Makino. Durante el periodo Edo, Nakayama Yasubei es un samurái al que le gusta beber y va de pelea en pelea con distintos personajes de su nagaya, o barrio de clase baja. Sólo le teme a una persona: su tío Sugeno. Cuando éste es desafiado en un combate desigual, Nakayama deberá a enfrentarse a 18 guerreros para salvaguardar su honor. Basado en la historia real de un guerrero japonés de finales del siglo XVII, esta película combina humor y una atípica puesta en escena para representar la bravura de un hombre.

8. La historia del último crisantemo (1939)

Director: Kenji Mizoguchi. Kikunosuke. El hijo adoptivo de un legendario actor de teatro kabuki que interpreta roles femeninos, intenta seguir los pasos de su padre; sin embargo, es criticado en secreto por su falta de pasión. La única capaz de decirle la verdad será Otoku, la nana de su hermano, y su sinceridad llevará al joven a enamorarse y recorrer junto a ella un sinuoso camino. Ofreciendo un fascinante vistazo al mundo del teatro kabuki de finales del siglo XIX, esta película impulsó la carrera temprana de Kenji Mizoguchi.

9. Actores itinerantes (1940)

Director: Mikio Naruse. Una compañía de teatro kabuki liderada por “Kikugoro”, llega a un pueblo para representar una obra. Cuando el barbero local se da cuenta de que el responsable no se trata del famoso actor Onoe Kikugoro, sino del desconocido Nakamura Kikugoro, monta en cólera y estropea el traje de caballo que los actores utilizarán, lo que desencadenará divertidas situaciones. Actores itinerantes es una de las películas más cómicas en la filmografía de Mikio Naruse, cuyo metraje incluso se vio afectado por la censura.

AG

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