Treinta y un cuerpos vestidos con trajes negros y holgados que salieron arrastrándose de entre la oscuridad y el humo del escenario de la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, mientras susurraban frases inteligibles, captaron la atención del público, nacional y extranjero, con Ciudad Delirio, en la segunda parte de la Gala de ballet Ciudad Delirio de la Compañía Nacional de Danza, la tarde del domingo pasado para celebrar los 90 años del importante recinto.
Durante 26 minutos, la coreografía de Sonia Jiménez, acompañada de la música de Marcela Rodríguez junto a la Orquesta del Teatro de Bellas Artes (OTBA), dirigida por Julia Cruz, mantuvo a los asistentes con la mirada fija en los movimientos de los bailarines que con el paso del tiempo aumentaban el volumen y la velocidad de los susurros que tomaron forma en saludos como “buenos días” y pláticas. La iluminación se volvió cálida, hasta que se hizo el silencio y de repente todo estalló.
El tono amable cambió a un conjunto de gritos desgarradores y caminatas sin rumbo, complementados con luces blancas, tirones de cabello y manos a punto de arrancarse la ropa y los ojos hasta que una bailarina da un bramido que llama al resto a darle soporte y abrazarla.
La gala también recibió a la mexiquense Elisa Carrillo, exprimera bailarina del Ballet Estatal de Berlín, quien festejó a la gran casa de la cultura de México, con Tué creada por Marco Goecke en homenaje a la princesa Carolina de Mónaco por sus años de compromiso con la danza.
En un enterizo negro que dejaba al descubierto los hombros y el cabello recogido, apareció en escena la bailarina internacional en medio de movimientos repetitivos de manos y brazos elevados hacia el plafón transparente del techo, donde Apolo rodeado por las nueve musas, también presenciaba el talento y la experiencia de Elisa Carrillo, enfocada con una luz blanca.
Siendo cada vez más frenéticos, a la coreografía le agregó giros precisos y fuertes, mientras la melancólica voz de una mujer cantando en francés iba de fondo. Al terminar la presentación de cinco minutos, con una sonrisa recibió las ovaciones de la gente.
La gala, integrada por nueve piezas incluyó Pas de deux del II Acto de Giselle, interpretada por Katia Carranza y Argenis Montalvo, Planimetría del movimiento interpretada por Ana Elisa Mena y Alejandro Hidalgo, Pas de deux, a cargo de Valeria Mariaud y Enrique Bejarano y Loto, por Yoalli Sousa y Juan Capellán.
Además de Cuando regrese, llevada a escena por Mayuko Nihei y el autor Braulio Álvarez, Pas de deux ejecutada por Anaís Bueno y José Pablo Castro Cuevas, Aguas primaverales, interpretada por Selene Guerrero y Alejandro Mendoza.
La impresión de los shows de la primera parte fue tal que mantuvo al público aplaudiendo enérgicamente durante cinco minutos, donde destacó una mujer de avanzada edad gritando “te amo”, mientras sostenía unas flores entre los brazos y avanzaba entre los pasillos de la luneta para acercarse al escenario que acogió a los danzantes que festejaron a uno de los veteranos del centro histórico.
JVR