El público, alrededor de 120 personas, esperaba con expectativa el regreso a los escenarios de la Compañía Nacional de Danza (CND) que, tras 14 meses de inactividad presencial, ayer ofreció una Gala de Ballet, que incluyó fragmentos de ocho clásicos como “Don Quijote”, “Barba Azul” y “La muerte del cisne”, en el Teatro de las Artes, del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Los espectadores portaban cubrebocas y algunos, antes de iniciar la función aprovecharon para tomarse selfies. A las 19:00 horas se anunció “Tercera llamada”, se abrió el telón y Cuauhtémoc Nájera, codirector de la Compañía Nacional de Danza, dio la bienvenida y a nombre de los integrantes de la agrupación dedicó la gala a los artistas que han fallecido a causa del COVID-19.
“Hace 14 meses, el 15 de marzo del año pasado hicimos nuestra última función, en este mismo escenario. Ese día no sabíamos lo que pasaría. Gracias al esfuerzo y trabajo de muchas personas, personal médico, que limpian los lugares donde trabajamos, a los que están vacunando estamos aquí.
Gracias por acompañarnos y también a nombre de la Compañía Nacional de Danza queremos dedicar esta función a aquellas personas que no van a poder regresar al teatro nunca”, dijo Nájera visiblemente conmovido.
La función inició con el “Grand pas électrique”, de “Barba azul", con cuatro parejas de bailarines. El público entusiasmado los despidió con aplausos.
Después siguió el turno del “Pas de Paysans”, del acto 1 de “Giselle” con los bailarines Corrinne Jarvis y Jorge Lazarrolo y del “Pas de deux de Diana y Acteón”, de “La Esmeralda”, con Blanca Ríos y Juan Capellán. Los espectadores aplaudían y algunos gritaban “¡bravo!”
Posteriormente, Alicia Hauffray estelarizó la pieza “La muerte del cisne”, de Michel Fokine. Una interpretación emotiva en la cual la bailarina, a través de movimientos suaves de los brazos y manos representó los últimos instantes de la vida de un cisne que trata de volar, pero ya no puede.
Tras esta pieza poética sobre la muerte, los bailarines Mayuko Nihei y Yubal Morales interpretaron el “Pas de deux de las bodas de Aurora” del acto III, de “La bella durmiente”, que la pareja ejecutó con precisión. Después, Agustina Galizzi y Gerardo Martínez presentaron el “Grand Pas de deux” del acto IV, de “Don Quijote”.
Por su parte, Elisa Ramos y Erick Rodríguez cautivaron con el “Adagio de Giselle y Albrecht” del acto III, de “Giselle”.
Para cerrar la gala, seis bailarines, entre ellos, Ana Elisa Mena, interpretaron el “Grand Pas D’Action” del acto II, de “La bayadera”.
“De regreso a princesa. Fue muy fuerte, disfruté tanto y me cansé tanto. Mi pie derecho no quería más, pero lo logró, gracias a Roberto Rodríguez que me súper conoce y me salvó”, escribiría más tarde en Instagram, Ana Elisa Mena.
A los bailarines de la Compañía Nacional de Danza se les vio emocionados, pero también en algunos casos se notaba la dificultad y esfuerzo mayúsculo que representaba para ellos; por ejemplo, hacer una cargada, lo cual pudieron superar.
La función culminó a las 19:45 y así como los integrantes de la CND se están habituando a la nueva normalidad que ha dejado la pandemia de COVID-19 también el público, que esperaba que al finalizar la gala salieran todos los bailarines para despedirlos con aplausos, pero esto ayer no ocurrió.
El telón se bajó y entre los espectadores había confusión: “creo que es el intermedio”, “¿ya acabó?” y “a ver si salen todos los bailarines” fue parte de lo que comentaron. Sin embargo, la función había terminado, pues por ahora no puede haber intermedios ni los bailarines se pueden juntar en el mismo escenario como antes de la crisis sanitaria.
Tampoco se entregan programas de mano de manera física y al ingresar al Cenart es necesario que te tomen la temperatura y revisen tu saturación de oxígeno, así como usar gel antibacterial.
Este domingo 9 de mayo la Compañía Nacional de Danza repite función, a las 18:00 horas y quienes no hayan alcanzado boletos en taquilla podrán seguir la transmisión en vivo desde casa, a través de las redes sociales de la CND y del Cenart.
AG