Con teatro buscan cambiar vida de reclusas en Cereso Guanajuato

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Foto: larazondemexico

Es la temida noche de San Juan: el sol se oculta y la luna de sangre ilumina el cielo con temor carmesí: cinco mujeres --una de ellas transexual-- esperan en el interior de una mazmorra de la Santa Inquisición su turno para ser juzgadas y quemadas con el fuego “purificador “ de la hoguera.

[caption id="attachment_1030820" align="aligncenter" width="1280"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

Su crimen: “quererse ver bonitas y estudiar”, así inicia la puesta en escena Alquimia y Transmutación: influencia de Aldonza las mujeres presas dentro y fuera de la cárcel, del dramaturgo Arturo Morell, se presentó este martes (15 de octubre) dentro del área femenil del CERESO de Guanajuato.

Este proyecto, parte del programa FIC Social del Cervantino, cuenta con la participación de actrices profesionales, exinternas, una sargento y una comitiva de 35 presas de dicho centro penitenciario, y busca transformar la vida de las personas privadas de la libertad a través del teatro.

[caption id="attachment_1030827" align="aligncenter" width="850"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

“Buscamos hacer una reinserción social afectiva a través de una reclusión digna, el proyecto de Alquimia y transmutación es un proyecto totalmente femenil; buscamos decir 'estamos dentro de la cárcel, pero hay que ser libres aquí, hay que perdonarnos, al de al lado, no juzgar ni etiquetarnos", señaló Morell a La Razón.

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Las historias que se narran en la puesta escénica están inspiradas en vivencias que el dramaturgo ha podido conocer durante sus años de trabajo con las poblaciones reclusas, “muchas llegaron a la cárcel por seguir a un hombre, por enamorarse, o a causa de la venganza de uno: se dan cuenta de que son seres humanos valiosos, individuales y que no necesitan de ningún hombre para existir”.

[caption id="attachment_1030826" align="aligncenter" width="1280"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

Las 35 internas que participaron en la puesta, formaron parte de un ensamble de contundencia, el cual da sustento a la obra: "Hay una parte donde las chicas comparten su historia real en un minimonólogo y, cuando logran abrir su corazón, lo que escuchamos es verdaderamente impresionante”.

“También, en los dos números musicales, como todas traen su uniforme beige --un color que nulifica la personalidad--, interpretan la canción de Alquimia --que es muy transformadora y de reclamo a la sociedad-- y, al final, cuando logran trascender a través del teatro, se les autoriza entrar con vestidos de color. En la escena de conclusión salen todas portando vestidos de noche largos con zapatos altos. Imagina lo que siente una adolescente que ha visto a su mamá 15 años con el mismo uniforme, para luego contemplarla guapa y colorida, es algo verdaderamente emotivo”.

[caption id="attachment_1030824" align="aligncenter" width="900"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

Asimismo, el texto de Morell aborda el lado emotivo de las custodias, consideradas por muchos “como las villanas del cuento”, quienes viven la “otra reclusión”: el personaje de Selene lleva 15 años trabajando en la penitenciaría y desconoce el momento en el que vaya a dejar su puesto, situación devastadora pues pasa en el interior de la cárcel el mismo tiempo que las reclusas, quienes, a diferencia de ella, saben exactamente la hora en que podrán dejar su prisión.

[caption id="attachment_1030822" align="aligncenter" width="900"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

“Las custodias que han visto la función están siempre firmes y serias, pero se contienen las lágrimas; me han dicho que tenían unas ganas enormes de llorar, pero que se aguantaron porque estaban en horas de trabajo”, relata Morell.

Una de las actrices principales es la sargento Alejandra Álvarez, quien da vida a Aurora, una interna que es la madre de Selene; está presa pues se asume que mató a su esposo por haber violado a su hija. La oficial, cuenta que años de colaborar con Morell le han permitido ser mejor persona y valorar lo que le ha dado la vida.

[caption id="attachment_1030821" align="aligncenter" width="997"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

“Esto me ha dado la gran experiencia de identificar que, como seres humanos, tenemos un apego a lo material, al nivel social y que no nos damos cuenta de que afuera también estamos presas de nuestros miedos y limitaciones como madres, con los esposos y dentro de la misma sociedad. He aprendido a valorar lo que tengo, he visto cómo están ellas adentro, cosas que no sabes que o son porque no hay presupuesto o parte del castigo; ahí valoré que estas mujeres, por cualquiera que sea la circunstancia merece respeto y que tiene que ser ayudadas a ser más humanas que cuando sufrieron ahí adentro”, expresó.

Arturo Morell aseguró que aunque el Cervantino es una muestra de lo mejor que en la cultura mundial, “¿de qué sirve el ballet de un país de renombre si no te transforma socialmente?”.

[caption id="attachment_1030819" align="aligncenter" width="1280"] Foto: cortesía de Arturo Morell[/caption]

“Con funciones como Alquimia y transmutación podemos constatar que la gente sale tocada del corazón y cambiada; simplemente les decimos cosas como: ‘te quejas de que no tienes nada que ponerte, pero imagínate llevar 10 años vestido de beige’; y el hecho de que contemos con la confianza de las personas que han salido de reclusión y que regresen con la frente en alto a la cárcel, pero ahora como un actor profesional, inspira y mueve algo en las demás personas, privadas o no de su libertad”, concluyó.

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