Cuatro casos de violencia de género llevan estancados entre cinco y seis meses en el Consejo Técnico de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), debido a que existen lagunas reglamentarias que han impedido su resolución final.
Se trata de recomendaciones de expulsión contra cuatro alumnos, de las cuales dos ya han escalado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), aseguró en entrevista con La Razón Ruth Serrano, alumna y miembro del Consejo Técnico de la ENAH, quien señaló que además de actualizar el Protocolo para la atención de casos de violencia de género, como lo dijo a este medio el director, Víctor Acuña Alonzo, es necesario homologarlo con el Reglamento General Académico y dotar de mayores recursos humanos y económicos a la Defensoría de los derechos de la comunidad.
“Actualmente en el Consejo Técnico estamos tratando cuatro casos, dos de esos casos llegaron a la CNDH, la comisión revisa nuestro reglamento interno y solicita que se haga una Comisión de Justicia para tratarlos, porque ya son recomendaciones de expulsión de los presuntos agresores. Llevan cinco o seis meses esperando que se traten, y se han detenido justo por esas lagunas reglamentarias, el Reglamento General Académico es demasiado viejo, porque no te remite al protocolo, pero el protocolo sí te manda al reglamento. Ha sido complicado tratarlo. Son casos de acoso y violencia física, verbal o emocional, a veces todas estas violencias en uno mismo”, compartió la alumna.
Aseguró que lo ideal es que todos los asuntos los atienda la Defensoría, porque en el Comité Técnico se han encontrado con complicaciones, como la revisión de otras cuestiones de la ENAH que les competen, la falta de capacitación en temas de género de los integrantes y el tiempo que puede demorar una resolución.
Después de la pandemia ha habido muchos casos de violencia (...) el protocolo está ahí y creo que la institución sí debería trabajar más en campañas abiertas en clases, talleres sobre violencia, de comunicación asertiva, han habido, pero son pocasRuth Serrano, Alumna y miembro del Consejo Técnico de la ENAH
“Considero que estos casos que son más graves no pasen al Consejo Técnico, porque ha sido complicado trabajarlos ahí, muchos no somos abogados, no sabemos de leyes, muchos no están empapados en las cuestiones de género.
“Se debe de llenar de más herramientas y de más personal a la Defensoría para que ésta pueda dictaminar y dar resoluciones rápidas, lo que pasa en Consejo Técnico es que no son los únicos asuntos que se tratan, hay más cosas, se van echando para atrás, se van atrasando o tarda mucho tiempo que salga una resolución”, detalló.
Ruth Serrano indicó que incluso en los hechos que escalaron a la CNDH no tienen claridad sobre cómo tratarlos. “En estos dos casos que hay recomendación de la CNDH se da esta confusión, si es jurídico o no lo es; quienes estamos en el Consejo Técnico somos trabajadores, estudiantes y profesores, casi todos de la rama antropológica; definitivamente no es una instancia para resolverlos”, abundó.
Por ese motivo, consideró que es necesario que la Defensoría también cuente con más recursos, porque hasta ahora quienes se hacen cargo en primera instancia de todos los casos de violencia de género son la defensora y la psicóloga. “La defensoría se debe armar de más personal, darle el presupuesto correspondiente al área para que la defensora y las personas capacitadas con estas cuestiones de género puedan tener resoluciones adecuadas a estos casos y que no tarden tanto”, comentó la consejera técnica estudiantil.
Lamentó que la violencia de género no ha parado en la ENAH, por lo que se requiere agilizar los procesos de atención. La Defensoría es la que recibe a las afectadas, hace recomendaciones, asesora y da atención; y en situaciones de reincidencia o más graves lo turna al Consejo.
“Después de la pandemia ha habido muchos casos de violencia, en prácticas de campo, salidas a museos, a trabajos, en la misma escuela, han habido un sinfín de hechos de violencia de género; el protocolo está ahí y creo que la institución sí debería trabajar más en campañas abiertas en clases, talleres sobre violencia, de comunicación asertiva, han habido, pero son pocas”, dijo la consejera técnica estudiantil.
La Razón solicitó a la ENAH, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), cuánto presupuesto se le designa anualmente a la defensoría y cuántos casos se han atendido desde 2018 —fecha en que se comenzó a implementar el Protocolo para la atención de casos de violencia de género— hasta la actualidad, al cierre de esta edición no se proporcionó la información.
Serrano indicó que uno de los pendientes es incluir el protocolo en el Reglamento Académico para hacerlo oficial, pues si bien ha estado funcionando, es necesario que se plasme de manera institucional.