La Guelaguetza, la fiesta étnica más grande de Latinoamérica, culminó ayer de manera festiva con un espectáculo priroténico que enmarcó la cultura, folclor, música, danza y alegría de los oaxaqueños en un Auditorio repleto de visitantes que se dieron cita para admirar las presentaciones de 16 pueblos originarios.
La música, las danzas, las representaciones simbólicas de la cosmogonía de los distintos pueblos de Oaxaca y la alegría se hicieron presentes en la emisión vespertina del Segundo del Lunes del Cerro, donde la entidad demostró por qué es uno de los estados con mayor riqueza cultural.
“La cultura es muy grande, muy fuerte, Oaxaca es cuna de la cultura en nuestro país, estamos más firmes para seguir adelante… La gente está muy contenta porque viene a disfrutar en paz, con seguridad y armonía”, dijo el gobernador del estado, Salomón Jara, durante una breve entrevista que le realizaron durante la transmisión de la Guelaguetza. Por la tarde estuvo acompañado por el secretario de Turismo, Miguel Torruco, y la Presidenta Honoraria del DIF Oaxaca, Irma Bolaños Quijano.
La cantante Jacinta Fuentes, de Salina Cruz, enchinó la piel con una emotiva interpretación de “Dios nunca muere”, considerado un himno oaxaqueño.
Recuperamos el espíritu de nuestra máxima fiesta para celebrar junto a miles de oaxaqueñas, oaxaqueños y visitantes que disfrutaron los bailes, música y tradiciones en la GuelaguetzaSalomón Jara, Gobernador de Oaxaca
La celebración además contó con la presencia de Juana Hernández López, máxima representante de la Guelaguetza, quien representó a la Diosa Centéotl.
“Los Ñuu Savi estamos llenos de cultura. Las manifestaciones culturales son un símbolo de grandeza, se muestra el rostro de los oaxaqueños”, expresó emocionada Juana Hernández López, originaria de Santiago Juxtlahuaca.
Con un cálido aplauso del público, Santiago Jocotepec presentó “La compañera del chinanteco”, baile que expresa las labores cotidianas de la mujer.
Mientras que la alegría y picardía de mujeres y hombres de Santa María Huatulco se hicieron presentes; y San Miguel El Grande conquistó con viko tanda’a —fiestas de casamiento—, ritual de boda mixteca y sones.
Asimismo, San Francisco Ixhuatán mostró la entrega de mayordomía en honor a la virgen de la Candelaria; y Huajapan de León emocionó con su “Jarabe Mixteco”, que se llevó los aplausos de todo el auditorio y la entonación de la “Canción Mixteca”.
En la celebración se pudo admirar una de las danzas más esperadas por los asistentes, “Flor de Piña”, de San Juan Bautista Tuxtepec, de la Cuenca del Papaloapan. Mujeres con trenzas de coloridos listones y hermosos huipiles aparecieron para bailarla, sosteniendo con el hombro derecho su respectiva piña.
La danza, que la misma delegación señaló que “causa alegría y asombro”, sorprendió, sobre todo, cuando las mujeres bailaron alrededor de la piña o cuando, juntas, iban de atrás hacia adelante.
El cierre de la festividad estuvo a cargo de las Chinas Oaxaqueñas de Genoveva Medina, con gritos de “¡Viva Oaxaca!, ¡Viva la Guelaguetza!”. Las marmotas, faroles y monos de calenda bailaron al son del “Jarabe del Valle”, mientras ellas sorteaban sus faldas de colores vibrantes para anunciar al público “nos vemos en el 2025”.
Salomón Jara acompañó a las delegaciones que juntas bailaron en el centro de la Rotonda de la Azucena y presenciaron los fuegos pirotécnicos que exclamaron la riqueza de esta tierra “Corazón Cultural de México”.
“Ante miles de oaxaqueñas, oaxaqueños y visitantes, nuestros pueblos originarios mostraron sus raíces milenarias en la Octava del Lunes del Cerro. La Guelaguetza 2024 es la máxima fiesta de hermandad en América Latina, ¡una celebración única en el mundo!”, manifestó el mandatario.
