El Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2020 reconoció ayer a los matemáticos franceses Yves Meyer y Emmanuel Candès, a la belga Ingrid Daubechies y al australiano Terence Tao por sus teorías que han mejorado la compresión de grandes archivos digitales de datos, incluso de imágenes y sonido.
Sus contribuciones en este campo “han ampliado extraordinariamente la capacidad de observación de nuestros sentidos y son base y soporte de la moderna era digital”, señaló el jurado.
También destacó el desarrollo de la “teoría matemática de las ondículas” de Meyer y Daubechies, y las aportaciones de Tao y Candès en “las técnicas de percepción comprimida”.
“Éstas son base y soporte de la era digital —al permitir comprimir archivos gráficos sin apenas pérdida de resolución—, de la imagen y el diagnóstico médicos, al permitir reconstruir imágenes precisas a partir de un reducido número de datos, y de la ingeniería y la investigación científica, al eliminar interferencias y ruido de fondo”, indicó la Fundación Princesa de Asturias en un comunicado.
Este Premio subraya la contribución social de las matemáticas y su trascendencia como elemento transversal de todas las ramas de la cienciaActa del Jurado
Dichas técnicas se aplican en múltiples ámbitos, como el formato de imágenes JPEG, las resonancias magnéticas y el telescopio espacial Hubble.
De hecho, “han sido cruciales en la detección de ondas gravitacionales” por parte del observatorio estadounidense LIGO en 2015, hallazgo que le valió el Princesa de Asturias en 2017.
El Premio, por el que este año competían un total de 48 nominaciones en esta categoría, está dotado con una escultura diseñada por Joan Miró, un diploma que acredita oficialmente el galardón y 50.000 euros.
El jurado, presidido por el físico, académico y también Premio Princesa de Asturias, Pedro Miguel Echenique Landiríbar, se reunió este año de manera virtual , debido a la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19.
- El dato: En 2017, Meyer fue condecorado por la Academia Noruega de Ciencias y Letras con el Premio Abel, “por su papel clave en el desarrollo de la teoría matemática de las ondículas”.