Un estudio recientemente publicado en Nature, informó sobre el descubrimiento de instalaciones de embalsamamiento en Saqqara, Egipto, el hallazgo permitió a los investigadores realizar análisis de residuos arqueológicos, filológicos y orgánicos que arrojaron nuevos datos sobre la práctica y la economía del embalsamamiento en el antiguo Egipto; los expertos analizaron el contenido orgánico de 31 recipientes de cerámica recuperados de un taller de embalsamamiento de la 26a Dinastía en Saqqara, posteriormente los etiquetaron de acuerdo con su contenido y/o uso, lo que les permitió correlacionar las sustancias orgánicas con sus nombres egipcios y prácticas de embalsamamiento específicas, con lo que lograron identificar mezclas específicas de aceites fragantes o antisépticos, alquitrán y resinas que se utilizaron para embalsamar la cabeza y tratar las envolturas utilizando análisis de cromatografía de gases y espectrometría de masas.