Entrevista con José Carreño

5eec90b437bc5.jpeg
Foto: larazondemexico

Por Adrian Castillo

En los medios de comunicación se acabó la máxima de que “perro no come perro”, con la cual aquéllos justificaban la falta de crítica a la labor pública que realizan tanto ellos como sus pares. Esa vieja mentalidad debe ser sustituida por la de la rendición de cuentas, pues los medios constituyen un poder público.

Esa es la idea que en gran medida da origen al nuevo programa de Foro TV, conducido por el maestro José Carreño Carlón: Agenda Pública.

“Establecer la agenda es una función de los medios de comunicación, una potestad, un poder, un derecho que, se puede decir, tienen. Seleccionan qué es lo que van poner en sus espacios y, de esa manera, en el debate público, pero estamos conscientes también del derecho que tenemos las audiencias a ser críticos con esa función que, por ser pública, es también objeto de análisis, crítica y debate”, señala el académico de la Ibero, en entrevista con La Razón.

¿El programa es para enmarcar la agenda de los que hacen agenda?

Pretendemos establecer cuáles son las tendencias de los medios, las agendas que tienen, de intereses legítimos, ideológicos, temáticos, en el entendido de las teorías modernas de la comunicación; es decir, de que los medios no reflejan la realidad, sino que construyen realidades, discursos de realidades. Los medios tampoco pueden ajustarse a ese viejo paradigma de la objetividad, que ha cambiado tanto; en tal sentido, lo que requieren las sociedades democráticas es la pluralidad de discursos de la realidad, y de enfoques. Eso permite analizar la tendencia de las realidades construidas por los medios.

Seguramente habrá respuesta de los medios cuando se les critique. La premisa es discutir los medios: lo que nosotros planteemos, pero también lo que digan el público y los propios medios. Por eso participan en el panel quienes hacen las noticias y también las fuentes. Como no se había hecho en televisión, sólo en medios impresos y en observatorios universitarios, es posible que se generen resistencias. Los medios nunca han sido sometidos al análisis y a la exigencia de rendición de cuentas. Habrá a quien no le guste, pero igual pasaba con los poderes que no estaban sujetos al escrutinio y ahora lo están.

¿Cómo ve actualmente a los medios en sus procesos de generación de noticias y, en particular, respecto de los sesgos políticos que inciden en ellos? En esa necesaria tensión que hay entre los medios y el definidor primario de la agenda, que son las fuentes informativas, hay de todo, desde medios muy pasivos que se limitan a reproducir lo que les mandan y hacen un periodismo muy de declaraciones y sin mayor procesamiento, y también hay espacios que empiezan a ser más activos y hacen el esfuerzo por obtener lo que quiere saber la gente. El cambio más importante es que cada vez hay más voces en fila para ser definidoras primarias de la agenda a través de los medios, comparado con los 70 y 80, cuando había un monopolio del poder político y del poder presidencial en el control de la agenda, que excluía a las demás voces.

Entonces un objetivo de Agenda Pública es que se haga un mejor periodismo. Sin duda, la tendencia de todo observatorio de medios no es enjuiciar o hacer enojar a los medios o agarrarlos en curva, la tendencia es contribuir a elevar la calidad de la información, porque eso va a elevar la calidad del debate público y de la democracia. En esos tres aspectos tenemos déficit.

¿Aunque se tenga que ser un poco caníbal? Sí. Nunca se discutieron los medios en los medios porque se decía que “perro no come carne de perro”, pero hoy en día todo está a discusión. Los medios, en muchos aspectos, han sustituido los espacios del debate democrático, es tan importante el que se da en el Congreso como el que se da en los medios. Si seguimos el comportamiento de los legisladores, por qué no hacerlo en este espacio que es la discusión de los medios.

A trascender teorías conspirativas

José Carreño considera que para trascender la idea que se tiene en algunos sectores de la sociedad, en el sentido de que los medios no publican algunas noticias para favorecer a ciertos actores con los que, creen, están coludidos, los medios deben hacer públicos los criterios que emplean para seleccionar y enmarcar sus informaciones.

Es cierto que se han removido muchos de los factores materiales que sustentaban esa visión,dice, pero para superar la idea de que los medios están en una conspiración permanente con los poderes reales para decidir qué nos van a decir u ocultar, es posible analizar lo que publican a la luz de otro concepto clave del periodismo: los valores de las noticias.