Una figura cubierta con hoja de oro o una pieza, la cual se cree que servía de urna para proteger a la población del cólera, forman parte de la exposición Escultura y tiempo. África, América y Oceanía, que da cuenta acerca de cómo desde tiempos prehistóricos y hasta el siglo XX ha habido un interés por diversas civilizaciones de esculpir objetos.
La exposición, que pone en diálogo piezas provenientes del Museo Quai Branly-Jacques Chirac, de París, Francia, con las del acervo del Museo Nacional de Antropología (MNA) y otros recintos de México, reúne 104 piezas.
“Es una exposición que hace la pregunta de la cultura y la estatua, qué es una y qué es otra. La pregunta es por qué la humanidad hace esculturas y estatuas de manera universal; por lo tanto, no es una muestra de la historia del arte, es sobre todo una exhibición de la antropología del arte, por eso va a haber una comunicación y comparación entre los tres grupos de esculturas africanas, de Oceanía y de México”, explicó ayer durante un recorrido en el Museo Nacional de Antropología, Yves le Fur, curador y exdirector del Departamento de Patrimonio y Colecciones del recinto parisino.
La muestra, que en su primer núcleo explora los materiales utilizados para hacer las figuras —piedra, tierra y madera— inicia con una de las esculturas más antiguas del acervo del Museo Quai Branly-Jacques Chirac, un Mortero del Neolítico, de hace cinco mil años a.c., que forma parte de un importante conjunto de figuras del Neolítico sahariano, descubierto a principios del siglo XX.
La obra está en diálogo, por ejemplo, con Adolescente huasteco, figura de la cultura huasteca, que forma parte de la colección del MNA.
La muestra, organizada por el Museo Quai Branly-Jacques Chirac, de París, Francia en conjunto con el Museo Nacional de Antropología, explora en un segundo núcleo la relación de la escultura con lo visible y las representaciones, por ejemplo, la Caja Punamhan, que sólo puede ser manipulada por los mumbaki. Se cree que probablemente fue tallada para los rituales de curación, quizás durante la epidemia de cólera.
En este eje temático se incluyen dos piezas maestras de Costa de Marfil llamadas Escultura de mujer, una que fungía como intermediaria entre los espíritus y los humanos; y otra utilizada durante los ritos dedicados a las mujeres que morían en un parto. Además de joyas del arte africano como las esculturas hermafroditas, que toman su forma de un tronco original.
En otro apartado se explora el uso del color en distintas esculturas y cómo el encuentro entre Europa y África tuvo entre otras consecuencias, que los pueblos africanos agregaran el uso del color azul en sus piezas.
La muestra, que se inauguró ayer y permanecerá hasta el 23 de abril de 2023, cierra con la incorporación de máscaras y trajes en los rituales de ciertas culturas, como la Canaca, un atuendo utilizado en fiestas funerarias elaborado a partir del cabello y barba de los hombres del clan, quienes no se rasuran ni se cortan el cabello hasta el día de la celebración.
“Los objetos fueron utilizados en ceremonias mágico-religiosas, hay objetos de la vida cotidiana. Lo que nos interesó mostrar fue una pieza con carga metafísica, son objetos que tienen un significado para cada uno de los grupos que los utilizaron”, resaltó Yves le Fur, quien adelantó que para 2024, de manera conjunta con el INAH, se presentará una exposición dedicada a los aztecas en el Museo Quai Branly-Jacques Chirac.
- Cuándo: del 8 de diciembre del 2022 al 23 de abril del 2023
- Dónde: Museo Nacional de Antropología
- Horarios: martes a domingo, de 9:00 a 18:00 horas