La Casa Azul, vivienda donde la célebre pintora Frida Kahlo pasó la mayor parte de su vida, primero con su familia, y años después al lado del muralista Diego Rivera, tuvo para la artista distintos significados: fue un lugar en el que se sintió cobijada, que acondicionó personalmente para mostrar su amor por México, donde creó sus obras, escribió cartas para sus amigos y recibió a personalidades del mundo de la cultura.
En este lugar, que representa el universo más personal de la pintora, se expone Un lugar lleno de lugares. La Casa Azul, con la que el Museo Frida Kahlo celebra su 65 aniversario. Se conforma de más de 200 objetos de la colección del recinto, algunos son poco conocidos por el público y otros se exhiben por primera vez.
“Vamos a exhibir algunos objetos y documentos que hace mucho no se veían en la Casa Azul y también algunos otros que no han visto nuestros visitantes —documentos, algunas libretas, dibujos— para conocer más de este inmueble y a Frida como artista, mujer, hermana, hija”, detalló a La Razón Perla Labarthe, directora del Museo Frida Kahlo, que albergará la muestra a partir del 28 de julio, dos días antes de que el recinto llegue a sus 65 años como un espacio para exposiciones y de difusión de la vida y obra de la artista.
La muestra sigue tres ejes para abordar tanto la historia de los objetos, como de la Casa Azul y de Frida Kahlo.
“Es una historia trenzada, uno, contando la historia de la Casa Azul; dos, la historia de los objetos que resguarda y; tres, la historia de Frida. Lo que estamos planteando es entender un poco más lo que fue la Casa Azul para Frida, por supuesto que fue su hogar, fue muchas otras cosas, fue el lugar donde creció, donde se recuperó, donde se conoció a ella misma, donde comenzó a pintar, a representar”, explicó.
Labarthe remarcó que tanto la exposición como todas las actividades del museo están enfocadas en profundizar sobre la vida y obra de la pintora que tiene un reconocimiento nacional e internacional.
“Uno de los grandes retos del museo es profundizar respecto al entendimiento de su vida en este espacio, porque finalmente la Casa Azul nos permite conocer la cotidianidad de Frida, entender su universo más personal, el lugar donde Frida vivió gran parte de su vida, que la inspiró, que la cobijó, la ayudó a crear, todos estos elementos hacen que nuestros visitantes entiendan, que comprendan, profundicen un poco más acerca de la vida de Frida”, comentó.
Destacó que desde la decoración de la vivienda, hasta materiales como los libros que usó como referencia, fotos y artículos personales, se puede conocer de manera completa a la artista.
“Visitar la Casa Azul te abre la ventana para profundizar en su vida y su obra. Los objetos que exhibimos aquí son originales, fueron sus pertenencias, hoy para nosotros son clave para entender su quehacer artístico. La obra de caballete que resguardamos y exhibimos aquí, son óleos muy interesantes que nos permiten comprender una trayectoria completa, tenemos obras muy tempranas que nos permiten ver esos inicios en el arte, tenemos obras muy tardías que son las que estaba trabajando a finales de su vida, tenemos los cuadros inconclusos que nos permiten conocer el trabajo creativo de Frida”, abundó.
Julio, el mes de Frida
Los festejos del museo, así como los aniversarios de Frida Kahlo, inician hoy que se conmemora el nacimiento de la artista. Comienzan con el ciclo de conferencias Pinceladas de Frida, en la cual diversos museos de México y del mundo hablan sobre piezas icónicas de la pintora que forman parte de sus colecciones.
“El Museo de Arte Moderno con las Dos Fridas abrirá estas charlas, después el Museo Robert Brady nos platicará del autorretrato que tienen; hablarán de Los frutos de la tierra que se encuentra en el Foro Valparaíso. El Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires nos platicará del último autorretrato que tiene en su colección; vamos a platicar con la Harry Ransom Center, sobre cómo llegó un autorretrato a su colección; por último vamos a cerrar con el cuadro Mis padres, mis abuelos y yo, una obra en la que Frida se retrata al centro de la Casa Azul y por eso cerramos con esa obra”, dijo.
Para complementar las actividades, durante este mes se agregarán dos talleres: Letras viajeras, en el que las personas podrán enviar una postal desde la Casa Azul a cualquier parte del mundo con la estampilla postal conmemorativa que se creó para el 65 aniversario; y Para la ausencia, presencia, donde los participantes descubrirán su gusto por la escritura.