Muestra en la Galería Ana Tejeda

Exploran el simbolismo de los machetes más allá de su uso

El artista Miguel Rodríguez Sepúlveda descontextualiza estos objetos para darles nuevos significados; explica que los distintos contextos en los que se usan dan posibilidades creativas

Algunas de las piezas que exhibe el artista, instaladas en el espacio de la Galería Ana Tejeda.
Algunas de las piezas que exhibe el artista, instaladas en el espacio de la Galería Ana Tejeda.Foto: Especial
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El artista plástico Miguel Rodríguez Sepúlveda exhibe actualmente la muestra Sueñan los machetes en la galería Ana Tejeda, en la cual hace una exploración y descontextualización de esta herramienta agrícola y arma blanca para ofrecer una serie de esculturas cuya lectura deja a tras lo bélico y lo utilitario para convertirse en un elemento con una fuerte carga política y social.

La exposición, curada por Irving Domínguez y que podrá ser visitada hasta el próximo 31 de agosto, amalgama 18 piezas, que van dese las creadas en el 2011 hasta su producción más reciente. Algunas de las obras que destacan son Instrumento (2024), escultura compuesta por 120 machetes suspendidos que funciona como un móvil, la cual, mediante el roce de los objetos, genera un sonido que crea en el espectador una nueva relación sensorial con el conjunto de armas blancas.

En entrevista con La Razón, Miguel Rodríguez Sepúlveda afirma que, tras décadas de emplear los machetes como elemento creativo y con múltiples lecturas, ha llegado a la conclusión de que el arte puede ser herramienta para diversos fines, pues genera ideas que permiten distintas interpretaciones de la realidad, “la potencialidad está en lo que decidamos hacer nosotros mismos con esto”.

Pensaba en los diferentes usos del machete: como herramienta, como arma y como símbolo de clamor por justicia. Reflexioné sobre el acto de afilar un machete y sus implicaciones

Miguel Rodríguez Sepúlveda, Artista

“Creo que todo el arte tiene una potencialidad de presentarnos opciones de lecturas. Esa idea es más clara con la ciencia ficción que a lo largo de su existencia nos ha narrado cosas, a las cuales eventualmente vamos decidiendo dirigir nuestros esfuerzos. Julio Verne nos propuso desde el siglo XIX cosas que finalmente se hicieron realidad en el XX. Quiero ver el arte también como abanicos de posibilidades de ver nuestros diferentes contextos políticos, sociales, afectivos y otros, para considerarlos como algo hacia lo cual podríamos dirigirnos. La fuerza del arte está en mostrarnos esas puertas”, remarcó.

Respecto a las posibilidades artísticas que los machetes le brindan, explicó que este artilugio habla de forma clara de contextos en zonas muy específicas, pues en cada uno su uso es diferente.

“Me interesa en particular la dureza y contundencia del acero que, en particular en la serie de Blasones, se entretejen para formar diferentes diseños de escudos, develando una característica de maleabilidad que juntos generan imágenes que me hacen pensar en algunos sentimientos que se pueden tener ante situaciones aparentemente inevitables en el rumbo de la humanidad. De ahí el título de la serie”, apuntó.

Rodríguez Sepúlveda remarcó que es justamente esos diversos contextos del uso del machete lo que lo llamó a usarlos dentro de su arte. “Me aportan dicotomías muy claras como herramienta-arma, construcción-destrucción o expectativa-realidad, con las cuales genero aristas que me permitan asomarme y acercarme al escenario en el que nos desarrollamos y poder analizar paradojas de espacios entre las potencialidades versus imposibilidades, las cuales son tensiones muy comunes en nuestro contexto”, finalizó.