En 1929 una noticia acaparó la atención de los mexicanos: María Teresa Landa y de los Ríos, quien apenas un año antes fue coronada como la primera Miss México, había asesinado de seis tiros a su esposo, el general Moisés Vidal Corro al enterarse que estaba casado con otra mujer. A casi un siglo de este hecho, en la novela histórica Venus triste (Grijalbo 2023), Ana Romero explora en la psique de quien fue llamada la Viuda Negra para entender los móviles que la llevaron a matar y, al mismo tiempo, presentar un retrato en el que recrea como pudo haber sido esta joven, sin dejar de lado cómo rompió esquemas en una época donde había un naciente feminismo.
“La literatura y prensa están plagadas de historias de asesinos que se han abordado desde distintos puntos de vista, en el caso de las mujeres sólo se les acusa de ser el origen de todo el mal, y muy a menudo se nos olvida como sociedad que las mujeres son también personas, que tienen defectos, virtudes y pasiones, que es algo que no se nos ha dado históricamente, el derecho de caer presas de la pasión, por eso cuando una mujer sale de esto, sobre todo con María Teresa ocurrió que además de ser una mujer asesina, había sido señorita México, enseñó las carnes, se consideraba una mujer de moral cuestionable”, comentó Ana Romero en entrevista con La Razón.
La autora, a partir de la ficción y de aspectos que supo de María Teresa Landa, reconstruye cómo fue esta joven y por qué su caso puede verse desde una perspectiva de género, para dejar de lado el mote sensacionalista que se le dio de Viuda negra.
“María Teresa tenía todo lo que la sociedad no quería que las mujeres tuvieran. Me interesaba entrar en la psicología del personaje, saber cómo había llegado a dónde llegó, creo que no es posible escribir sin tener en cuenta la circunstancia de que las mujeres hemos tenido un lugar históricamente inferior”, comentó Romero, quien este año con Venus triste fue galardonada con el Premio de Novela Histórica Claustro de Sor Juana Grijalbo.
Eran los inicios del feminismo, eran muy mal vistas las mujeres que abogaban por su libertad, económica, pero también social, y María Teresa es la representación de todasAna Romero, Narradora
esas cosas
María Teresa Landa tenía 18 años cuando se casó con el general Moisés Vidal Corro, quien casi le duplicaba la edad, tenía 34 años. Cuando se difundió la noticia del asesinato, fotógrafos y periodistas le dieron seguimiento puntual al juicio. Al final ella salió libre y se dedicó a dar clases.
“Estaba en el ojo del huracán, era una época interesante en el país, ya había terminado la Revolución, estábamos entrando a la modernidad, pero la realidad es que en la práctica no estaba ocurriendo eso, éramos un país con costumbres muy reaccionarias que le impedían un montón de cosas a las mujeres. Eran los inicios del feminismo, eran muy mal vistas las mujeres que abogaban por su libertad, económica, pero también social, y María Teresa es la representación de todas esas cosas”, agregó.
Ana Romero contó que la primera noticia que tuvo de María Teresa fue en Facebook y conforme más investigó de ella le fascinó y decidió llevarla a la novela histórica, género que, detalló, permite humanizar a quienes aparecen en los libros de historia.
“La novela histórica nos hace adentrarnos a una parte de lo que no nos tocó vivir y hacer de carne y hueso a estas personas que vemos en los libros de texto, pensar que también comieron, fueron al baño, se enamoraron y roncaban, me parece fantástico”, concluyó.
Venus triste
Sábado 24 de agosto de 1929. 22:15 h
De soltera, a María Teresa siempre le gustó dejar abierta su ventana en las noches de verano, cuando la lluvia la sacaba de las gruesas paredes de la casa familiar para remontarla a tierras ignotas, a viajes jamás realizados.
Cuando ya casada regresó a la casa de sus padres y su recámara de hija de familia se vio colmada con la presencia de Moisés, le gustaba el sonido de la lluvia todavía más porque la música del agua ya no sólo la conducía a un anhelo, ahora también la hacía viajar al pasado, a los recuerdos felices, a una panga meciéndose en la laguna de Catemaco y, admirándola, a las demás mujeres que rondaban por allí y la instaban a protegerse con una hermosa sombrillita de encaje. Levísimo artefacto que no parece haber nacido para proteger, sino para ser protegido. También le daba por acordarse de los cadetitos en ascenso tan comedidos con ella, quién sabe si por quedar bien con el general brigadier Moisés Vidal y Corro, o porque querían tocar la piel de la Señorita México...
Fragmento del libro
- Autora: Ana Romero
- Género: novela histórica
- Editorial: Grijalbo
- Año: 2023