Un equipo de físicos de Francia y China analizaron La noche estrellada y descubrieron que el pintor holandés tenía una profunda comprensión de la atmósfera. Su obra maestra, pintada en 1889, representa un cielo azul ondulado con luna y estrellas amarillas, y su análisis científico muestra que se ajusta a la ley de Kolmogorov y la escala de Batchelor, que describe el movimiento atmosférico y la turbulencia del cielo. Los investigadores destacan la “intuición innata” de Van Gogh para captar el dinamismo del cielo con sorprendente precisión. ¿Cómo logró el artista neerlandés anticipar conceptos científicos que no se descubrirían hasta siglos después? La respuesta puede encontrarse en su capacidad para observar y plasmar la naturaleza de manera única y visionaria.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado.