Científicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), liderados por Francisco Alonso Solís Marín, encontraron restos de pepinos de mar en una ofrenda de la diosa mexica Tlaltecuhtli, en el Templo Mayor, en la Ciudad de México.
Mediante un comunicado, el arqueólogo Leonardo López Luján dijo que existieron buzos mexicas -de los que hay registros en pinturas- los cuales extraían productos del mar que eran llevados desde las costas del Pacífico hasta Tenochtitlán mediante corredores.
“Por el confinamiento no hemos podido seguir buscando en los polvos de otras ofrendas para saber si hay más, pero lo más probable es que sí. Al principio pensábamos que se trataba de un hallazgo fortuito, pues tres de las especies de pepinos de mar encontradas son muy pequeñas, y podrían haber estado dentro de bases de corales que fueron arrancados, sin embargo, la cuarta especie hallada alcanza tallas mayores a los 20 centímetros de largo, de manera que indudablemente fue capturado para ser parte de la ofrenda”, dijo.
"La cuarta especie hallada alcanza tallas mayores a los 20 centímetros de largo, de manera que indudablemente fue capturado para ser parte de la ofrenda”Leonardo López Luján, arqueólogo
Por otra parte, apuntó que el monolito de la diosa Tlaltecuhtli es el más grande en la historia de la cultura mexica, y alberga gran cantidad de objetos y ejemplares de plantas, aves, mamíferos y organismos acuáticos.
“Han sido más de 12 mil los objetos recuperados de la ofrenda 126; en las otras no encontramos ni la mitad. Hallamos más de 15 especies de equinodermos asociados a las ofrendas del Templo Mayor, entre ellas seis estrellas de mar, tres especies de erizo, cuatro especies de galleta de mar, un biscocho de mar, estrellas quebradizas y cuatro pepinos de mar”, apuntó el científico Francisco Alonso Solis Martín.
KA