Imágenes del sismo del 85, de la Pasión de Cristo de Iztapalapa, de experiencias en la pulquería La hija de los Apaches y de la vida cotidiana de personas ciegas o con debilidad visual son parte de lo que el público puede observar en un viaje por la Ciudad de México a través de la sagaz mirada de Marco Antonio Cruz (1957-2021).
La muestra Estación Tenochca. La crónica urbana de Marco Antonio Cruz, en el Museo Archivo de la Fotografía, reúne 115 imágenes en las que el célebre fotógrafo durante 40 años documentó a la Ciudad de México con todas sus complejidades y contradicciones.
“La exposición está compuesta de instantáneas y relatos que son resultado de los encuentros azarosos o en algunas ocasiones de pesquisas programadas que nos permiten percibir el pulso de la vida en la Ciudad de México, en los años previos y posteriores que significaron los sismos del 85. Podremos ver escenas de tragedia, de caos, romances subterráneos, devociones religiosas, complicidades nocturnas, que permiten descubrir esta extraordinaria sensibilidad que tuvo Marco Antonio Cruz”, explicó a La Razón Mauricio Maillé, quien con Ángeles Torrejón, participó en la curaduría a cargo de Alfonso Morales.
En la exhibición, que se inauguró ayer y estará hasta el próximo 21 de julio, los asistentes podrán admirar aquellas imágenes icónicas del artista de la lente, como la del edificio Nuevo León de la Unidad Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, totalmente derrumbado tras el terremoto de 1985; sin olvidar aspectos festivos de la capital del país, como la gente que retrató en la histórica pulquería La hija de los Apaches.
“Marco Antonio Cruz se nutre de una tradición fotoperiodística en nuestro país con Nacho López y Héctor García, le tocó advertir la transformación de la capital, una metrópolis inmensa e inabarcable. En este viaje de cerca de 40 años de producción fotográfica, se incluye un tema desarrollado con las oposiciones y disidencias, todas las luchas sociales que se han dado en el corazón de la ciudad, que han generado todos esos movimientos sociales y políticos que son muy importantes”, detalló.
Hay fotografías del registro que Marco Antonio Cruz hizo de diversas actividades policiacas y documentos de la lucha política de Rosario Ibarra de Piedra. Además de un apartado del trabajo que realizó sobre cómo vivían las personas ciegas o débiles visuales.
“La exposición concluye con una suerte de silencio lumínico, con una serie muy conmovedora sobre los ciegos que se denomina Habitar la oscuridad. El principal objetivo que tuvo fue documentar sus condiciones de vida desde 1988 hasta el 2005, hizo un registro no solamente de la Ciudad de México sino de 14 estados de la República, donde fue construyendo lo que denominó el ensayo sobre ciegos, compuesto por más de 12 mil imágenes en blanco y negro, donde se ve esta preocupación social que tenía Marco Antonio con esta comunidad que ha sido relegada a roles de vendedores ambulantes, músicos callejeros o casi gente que pide caridad en la vía pública.
“Este registro muestra esta preocupación y esta sensibilidad por las diferencias, no desde un lado de conmiseración o tremendismo, sino desde una conciencia social, de alguna forma construyó con este relato una herramienta al servicio de esta comunidad y una suerte de homenaje de estas personas que viven en condiciones complejas en nuestro país”, complementó Mauricio Maillé.
La muestra también incluye un segmento sobre el paso del fotógrafo en el diario La Jornada.
- Cuándo: hasta el 21 de julio
- Dónde: Museo Archivo de la Fotografía (República de Guatemala 34, Centro Histórico)
- Horarios: martes a domingos de 10:00 a 17:00 horas