Son 15 mil 550 piezas

Integran el mayor acervo arqueológico de la UNAM en el CCUT

Suma las colecciones de Spratling, Roch, Canffer Cardoso, Getch, Lindao y Cordry; casi todas son inéditas y ayudarán a desarrollar un método para identificar copias

Algunas de las piezas que se trasladaron al CCUT.
Algunas de las piezas que se trasladaron al CCUT. Foto: Cuartoscuro

En lo que representa un hito en la arqueología en México y para la UNAM, la máxima casa de estudios reúne sus acervos en un solo sitio, el Fondo Universitario de Arte de los Pueblos Originales en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT), conformado por 15 mil 550 piezas, integración que permitirá a investigadores desarrollar nuevas líneas de investigación, entre éstas crear una metodología para determinar si una figura es original o no; además de difundir entre el público en general la importancia de estas obras prehispánicas que se resguardan.

“El día de hoy representa un hito para la arqueología en México y para la UNAM, por primera vez en su historia, la UNAM reúne sus principales acervos arqueológicos en uno solo mediante diversos traslados realizados la semana pasada, el Centro Cultural Tlatelolco recibió 12 mil 550 piezas que desde la década de los años 60 del siglo XX se encontraban bajo el resguardo de la Dirección General de Artes Visuales de la UNAM… Estas piezas casi en su totalidad son inéditas, ya que nunca han sido expuestas públicamente”, explicó ayer en conferencia de prensa Rosa Beltrán, coordinadora de Difusión Cultural.

El fondo se creó en 2001 con tres mil piezas de la colección Stavenhagen y desde entonces, un equipo de especialistas comenzó la catalogación de los otros acervos para trasladarlos en este repositorio. La labor requirió cuatro años.

Cada colección tiene su valor, se especificó, la de Stavenhagen se distingue por tener una mirada artística y estética de las culturas precolombinas; otras por haber respondido a modas de investigación arqueológica; y hay una que tiene un carácter especial, al ser una recuperación que se hizo en Tlatelolco.

“Fue por recuperación, una colección pequeña, poco más de 200 piezas, donde el coleccionista lo que hizo fue ver que nadie atendía esos objetos, estamos hablando de la década de los años 60, intentó recuperarlas, son piezas de Tlatelolco, no de la zona arqueológica”, detalló Lucía Sánchez de Bustamante, coordinadora del Centro de Interpretación Xaltilolli.

Entre las piezas destacadas se encuentran estelas mayas, una escultura de barro con tres rostros que representa las tres edades del hombre, una figura de dos cabezas de serpiente —posiblemente Maquizcóatl—, y una de piedra de Chicomecóatl. Entre julio y principios de agosto, parte de los acervos que se sumaron comenzará a ser exhibido en el CCUT.

Conjuntar estas colecciones permitirá realizar investigaciones. Entre las líneas de indagación están las enfocadas a documentar la vida de dichas piezas, el estudio de la manufactura y materiales de los objetos e investigaciones sobre réplicas, ya que algunos de los acervos cuentan con piezas de este tipo.

“Hay piezas que son evidentemente no originales, es un número mínimo, no hemos podido determinar cuántas, estamos en ese proceso”, se indicó.

Como actualmente no existe un método específico para determinar que una pieza es una copia o no, y sólo se puede comprobar a través de una muestra del objeto, en la UNAM se tiene la intención de trabajar con técnicas de observación y establecer un método para determinarlo, abundó Lucía Sánchez de Bustamante, quien dijo que aunque se determine que algunas de las piezas que integran los acervos son falsas, “no le quitan su valor, nos hablan de otro tipo de

problemáticas”.