La fila daba la vuelta a la calle colateral de la Librería Gandhi, sede Mauricio Achar. Personas de todas las edades se daban cita en busca de un autógrafo de Irene Vallejo (Zaragoza, España, 1979), autora de El infinito en un junco (Editorial Siruela, 2021): ensayo que aborda la invención de los libros en el mundo antiguo. Todos, con una edición bajo el brazo, en la espera de poder acceder al foro donde la filóloga conversaría con los lectores y firmaría ejemplares.
“Estoy aquí desde las 12. Logré un buen lugar en la fila. Estudio Literatura Hispanoamericana en la UNAM y este libro me ha abierto muchas puertas en mi pasión por la lectura. Quiero conocer a la autora de frente a frente”, expresa Juliana Pavón, una joven de 19 años.
La fila se agranda. La gente arriba alegre y fervorosa: los alrededores se han convertido en una suerte de romería protagonizada por un ensayo que es un recorrido por la crónica de ese objeto que inventaron los hombres para que las palabras pudieran viajar en el espacio y en el tiempo.
“He venido con mis alumnos de preparatoria. Empecé a leer fragmentos de este libro al final de las clases de literatura hispanoamericana, vi el interés de los muchachos: ellos hicieron una vaquita entre todos y compraron 4 ejemplares que leen en equipo. Es asombroso, Irene Vallejo logra con claridad e inteligencia, despertar el amor por los libros”, comenta Luis Sotamontero, profesor de literatura.
La hora del encuentro se aproxima. Los organizadores van permitiendo la entrada y la sala se abarrota. Minutos de espera. Algunos leen. Otros miran a la puerta. Entra Irene Vallejo ataviada con un vestido de tafetán morado, escoltada por Andrés Ramírez, director editorial de Penguin Random House. Ovación cerrada. La zaragozana sonríe. “Escribí este libro por cuenta propia, sin acuerdo con ninguna editorial ni nada. Nunca imaginé ni siquiera la cantidad de lectores que veo en este salón”, comenta.
Cuenta que su madre le leía Las mil y una noches y los mitos clásicos. Dice que su padre enamoró a una muchacha con Trilce de César Vallejo: “Soy resultado de un libro de poemas, porque esa muchacha seducida por los versos del poeta peruano, fue después mi madre. Nos comunicábamos en la casa desde y a través de imágenes sacadas del libro, era nuestro código privado: ‘Quien hace tanta bulla, y ni deja /testar las islas que van quedando’ formaba parte del dialogo de la casa quizás en el ‘mediodía estancado entre relentes’. Me aprendí de memoria ‘Los heraldos negros’, soy vallejiana por apellido y porque vengo de ese sitio donde ‘serpea el sol’ y la palabra tiembla”, relata la autora.
Suceso editorial que ha vendido más de 200 mil ejemplares. Fabulosa crónica de un trasiego de azares de miles de personas que han hecho posible el prodigio de los libros: copistas, traductores, maestros, impresores, abadesas, frailes, narradores orales y poetas, entre otros muchos trotamundos que apostaron por la trasmisión del verbo. Un libro de viaje, y también una sinfonía verbal que progresivamente nos lleva de los Papiros a las primeras librerías con escala en los desfiladeros de la biblioteca de Oxford.
“Sólo quería contar la historia de los libros en el mismo tono de los relatos que mi madre me leía en la infancia. Es un ensayo que le debe mucho a la oralidad. Yo quería hacer Las mil y una noches, pero con la crónica azarosa de los libros en la voz de una Sherezade tejiendo hilos en la luz interminable de una biblioteca”, concluyó Irene Vallejo.
- Autora: Irene Vallejo
- Editorial: Siruela
- Género: Ensayo