Vuelve a los escenarios en septiembre

Javier Camarena replantea su vida en el confinamiento

El tenor mexicano se presenta con La hija del Regimiento, en la Ópera de Viena; afirma a La Razón que ahora busca encontrar un equilibrio entre su labor y estar con su familia

El cantante, en una fotografía de archivo.
El cantante, en una fotografía de archivo. Foto: Gemma Escribano

Cuando comenzó la pandemia de Covid-19, el tenor Javier Camarena necesitaba un respiro que lo mantuviera lejos de los escenarios y cerca de su familia. Tenía dos años de realizar giras en México y en el extranjero. Anualmente pasaba sólo dos meses con su esposa y sus hijo; sentía un cansancio emocional, por ello, estos meses de confinamiento le permitieron reflexionar y replantear su carrera para encontrar el balance entre su labor y estar con los suyos.

Con ese aire renovado, optimista y emocionado, Camarena regresa a los escenarios el próximo mes de septiembre, con su emblemático papel de Tonio, en La hija del regimiento, en la Ópera de Viena. En noviembre continuará sus presentaciones con un doble debut: su primera participación en el Festival Donizetti y en el rol de Fernando, en Marino Faliero.

“El hecho de que los teatros comiencen a reprogramar es una invitación a ver el futuro con un poco más de optimismo. Comparto los compromisos que tengo con este pensamiento positivo de que las podremos realizar. Tendremos que esperar a ver cómo se seguirá desarrollando esta situación tan surrealista por la que estamos atravesando”, destacó el tenor veracruzano, en entrevista telefónica con La Razón.

Sus presentaciones continuarán en enero con una gira en España que incluirá una gala dedicada a Donizetti en el Teatro Real de Madrid; su debut en el Palau de la Música Catalana de Barcelona y su primera presentación en el Festival Mozart de Salzburgo, con un concierto sinfónico.

Hace poco compartía que la pandemia llegó en un momento complicado en su vida, ¿cómo le sirvieron esos meses de estar en casa? No había parado desde hace prácticamente dos años. Amo mi trabajo; pero llega un momento en que las fuerzas y el ánimo se desgastan. Al momento que se cancela todo estaba apunto de hacer la primera función de La Cenicienta en Nueva York. Cuando me llamaron para avisarme, tan pronto colgué, le hablé a mi agente de viajes para conseguir un boleto y regresar a casa.

Necesitaba mucho estar con mi familia, salir del rol de tenor; necesitaba ese respiro, lo requería mi corazón, mi espíritu y mi alma. Después de este tiempo, de relajarme, levantarme sin la presión de los ensayos, sin preocuparme si tomo hielo o como mucho picante; toda esa parte de disciplina a la que te tienes que someter cuando estás en este trabajo; le hizo mucho bien a mi alma, espíritu y canto; después de casi tres meses estoy ya más repuesto.

Entonces, ¿vuelve a los escenarios renovado? Sí, este tiempo me sirvió mucho para reflexionar, para pensar en todos los aspectos de mi carrera, replantear todo, cómo ha sido, qué es lo que ha sucedido, las cosas que quiero conseguir; cómo quisiera llevar mi carrera después de todo esto. Pienso en la pandemia como una oportunidad de alejarte de todo ese ruido, de nuestro ritmo cotidiano, de darte un tiempo de estar contigo para reconocerte y replantearte.

¿Qué cosas se replanteó? Adoro mi carrera, pero una de las cosas que estoy replanteándome es hacer un balance mucho más favorable del tiempo para mí y mi familia. Quiero estar involucrado en proyectos interesantes y bonitos, seguir creciendo como artista, ejerciendo mi carrera, pero también darme ese tiempo que ya considero esencial y crucial para mi trabajo.

Muchas veces uno se hace de un caparazón para que las cosas que te duelen no se sientan tanto, como estar lejos, la soledad, perderte muchas cosas, no estar presente; son cosas que lastiman. Uno se hace de una armadura que con el tiempo se va desgastando, a estas alturas del partido, tengo 44 años, ya no tengo ganas de cargar todo ese peso. Quiero permitirme ser Javier, no tanto el tenor, ésa es la parte que necesito y estaré buscando en los próximos años, aunque que no dejará ser una locura mi carrera.

Después de esto regresa con un montaje de La hija del regimiento, ¿cómo se siente con ello? Me emociona mucho. Estoy muy contento de volver a la ópera de Viena, después de cinco años.

Y luego debuta en Marino Faliero, de Donizetti… Esta obra es muy poco representada porque es una ópera muy difícil para todos sus personajes. Me emociona cantar este nuevo rol, su dificultad y que sea en el Festival Donizetti. Fue escrita ni más ni menos que para Giovanni Battista Rubini, uno de los tenores legendarios por lo virtuoso que podía resultar su canto; entonces ya de entrada eso te hace pensar que será un rol complicado. Es una escritura melódica muy bella; pero siempre va a ser en el registro sobreagudo. Tengo que cantar siempre muy agudo.

  • El dato: En marzo de 2021 retomará al Duque de Mantua en Rigoletto y debutará como Gérald en Lakmé, ambas en la Deutsche Oper de Berlín, Alemania.