Incluye 20 poemas inéditos

Julia Santibáñez lanza versión aumentada de Eros una vez —y otra vez—

Con este libro ganó el Premio de Poesía Mario Benedetti 2016; 71 textos breves que abordan el erotismo desde una mirada desenfadada

La autora, en una fotografía de archivo.
La autora, en una fotografía de archivo. Foto: Especial

Eros una vez —y otra vez— (Textofilia, UANL, 2020), de Julia Santibáñez (Ciudad de México, 1967): reedición aumentada del Premio Internacional de Poesía Mario Benedetti 2016 en la cual la autora agrega una veintena de poemas inéditos. El lector tiene en sus manos 71 textos suscritos en la mejor tradición de la poesía hispanoamericana en contigüidades sobre todo, con Gonzalo Rojas, Nicanor Parra, Ernesto Cardenal, Roque Dalton, Ruben Bonifaz Nuño, Pita Amor y Pablo Neruda. Reflujos clásicos (Presocráticos, Safo, Catulo, Lucrecio, Quevedo...) y empalmes con la música popular (bolero, tango, milonga, ranchera...).

Estrofas suscritas y trazadas desde un ánimo quevediano que desemboca en una lúdica oratoria marcada por la transparencia y la naturalidad. El jurado del Premio Internacional de Poesía Mario Benedetti 2016 que otorgó por unanimidad el galardón a la autora mexicana suscribió en el dictamen que Eros una vez era “un poemario con una voz auténtica, pero inscrita en cierta tradición latinoamericana de poesía erótica”.

“Hay dos motivos: por los cuales he decidido reeditar este cuaderno: Por un lado, en 2017 llegaron a México pocos ejemplares del libro Eros una vez, publicado en Uruguay, de modo que mucha gente se quedó con ganas de tener el suyo. Ahora, Textofilia y la Universidad Autónoma de Nuevo León lo publican en una coedición: pensamos que era buena idea enriquecer el libro original con 20 poemas adicionales. Por eso se agregó al título la segunda parte, quedó Eros una vez —y otra vez—. En segundo término, yo tenía ganas de añadir estos otros textos que aportan matices sobre amor y desamor. Creo que abren más el panorama de la complejidad que implican ambos polos del espectro y de las tonalidades intermedias”, comentó en conversación con La Razón, Julia Santibáñez.

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¿Hay diferencia entre la primera edición y esta suerte de ‘reimpresión aumentada’? Además de los poemas que ya comenté, la principal diferencia de esta nueva edición la ofrece el prólogo de Eduardo Casar y el comentario de Blanca Luz Pulido en la contraportada; dos poetas cuyo trabajo respeto muchísimo y me hicieron el favor de escribir sobre el libro.

Ciertos referentes quevedianos concurren en sus poemas. ¿Intencionales o ecos de lecturas? Más bien son inconscientes, a partir de lecturas de él y de otros autores de los Siglos de Oro. Quevedo es de mis autores preferidos y con frecuencia regreso a él. Ahora mismo me estoy aprendiendo un soneto suyo, el que contiene aquel verso perfecto: “soy un fue, y un será, y un es cansado”. Digo que si algo de él se cuela en mi poesía es sin darme cuenta: de forma consciente no sería tan suicida para ponerme a dialogar con él.

¿Improntas irónicas que dialogan con lo lúdico? La ironía me parece indispensable como forma tanto de supervivencia como de conocimiento. Sin humor el mundo asfixia y pesa de más. Me interesan todas las gradaciones del mismo, he explorado varias de ellas en mi trabajo como escritora, en distintos géneros.

¿Despliegue sexual-erótico a veces en tono confesional? No lo concibo como “confesional” en el sentido de secrecía o, menos aún, de religiosidad que implica culpa y, en consecuencia, requiere la confesión que aligere la conciencia. El erotismo y el sexo son parte de mi vida cotidiana, es decir que para hablar de ellos no preciso un estado de ánimo específico. Ahora, mi libro sí puede entenderse como “confesional” si se refiere a que habla de lo que me pasa puertas adentro, en ese sentido creo que sí aplica.

¿Cómo se presenta en la poesía mexicana contemporánea el erotismo? No suelo buscar libros de poesía erótica como tal, más bien leo lo que me voy topando. Sin embargo, para darte una respuesta creo que hay variedad, desde una aproximación novedosa y que disfruto, como la de José Eugenio Sánchez, por ejemplo, hasta indagaciones dolorosas que me interesan de Diana del Ángel. Por otro lado, y para ser sincera, también a veces encuentro autores simplistas en los que no se transparenta ningún trabajo ni oficio: se cree que con hablar de orgasmos y penes se está haciendo poesía erótica. Y no.

Premio que lleva el nombre de Mario Benedetti, a quien algunos consideran un ‘mal poeta’. ¿Qué piensa usted al respecto? Me gusta el primer Benedetti, el de los años en los que se estaba haciendo como poeta y se le nota una búsqueda formal y temática. Ahí hay mucha tela de donde cortar. Creo que hacia el final se complació consigo mismo, dejó de experimentar. Ese segunda etapa suya no me llama la atención.

“Humores”, “Video hard core” o “Para lamerte después”: ¿no le importa que la tilden de procaz? No, para nada es una preocupación. Si a alguien le parece que lo soy me da lo mismo.

Juegos lingüísticos que inician desde el título del cuaderno: ‘érase una vez’: Eros una vez... Sí, en todos mis libros tengo juegos similares, ahí está Rabia de vida / Rabia debida, Sonetos y son quince, Ser azar, este mismo que haces notar. Me gusta desde el título anunciarle al lector lo que puede esperar dentro: una intención lúdica, de embarrarme las manos hasta el codo con las palabras e invitarlo a hacer lo mismo.

  • El dato: En el Concurso Internacional de Poesía Mario Benedetti 2016 más de 300 obras se postularon y de entre éstas se eligió Eros una vez.

Columnista, presentadora en televisión, reseñista, editora, madre... ¿Cómo distribuye usted el tiempo para abocarse a tantas actividades? Desde chica traigo el metrónomo descompuesto, va muy rápido. Siempre me interesan mil cosas y quiero aprender otras tantas: así llegué a la televisión, por ejemplo, siguiendo una curiosidad. Descubrí que me encanta. Mi ritmo acelerado se compensa con la necesidad de dormir muchas horas: soy tremendamente dormilona.

¿Que la inquieta en estos días inciertos y perplejos de la pandemia? En estos días traigo muy presente algo que leí del poeta español José Ángel Valente: él menciona que en el Tao, la gestación implica ya el “nacimiento” de la persona. En la tradición china, asegura, la edad del niño no se contaba desde el día del parto sino de la concepción. Igualmente pasa con el poema, afirma: se gesta lento, va madurando poco a poco, a partir de lecturas, de escritura constante, de tiempo y por fin brota un día. Me parece una imagen bellísima además de muy cierta. Reflexiones que me ayudan a paliar un poco la crisis sanitaria que nos acosa.

Poemas de Eros una vez —y otra vez—

POR JULIA SANTIBÁÑEZ

“Tumultuosa”

Porque no entiendes nada

muerdo un reproche

y lo escondo en mis pliegues

y espero ahí

porque no te puedo decir

que quiero ser tu amante

tu amiga o tu mujer

o todo lo que pueda ser contigo

menos tu nada

porque ya te estás yendo

y me quedo arrumbada

y quiero ser yo

por una vez

quien decida cómo hundir las uñas

a ver si entiendes

cuánto miedo cabe en un cuerpo

“Sommelear”

Destiladísimo,

catamos este beso

con veinte años de añejamiento,

tinto de beso reposado de antojo,

en su punto de oscuro.

Doscientos cuarenta meses de saboreo

por este beso,

reserva de la casa

“Oscure siendo”

No sé qué tarde estoy mirando

en la ventana, bien callada.

Ayer nos despedimos,

como siempre.

Cuando me fui y sonreías satisfecho

supe que voy a violentar esta armonía.

Es que de veras siento que me ahogo

y cada vez tu abrazo es más estrecho.

No puedo decir no,

pero me ahogo.

Qué ironía,

el giro que le espera a nuestra historia

fugaz que pudo ser más de lo que fue.

Y aquí estoy

pensando en la tarde que cae

en la ventana, bien callada.

Ayer nos despedimos,

como siempre,

y hoy que sé lo que no esperas

pienso que tampoco yo sé

qué noche estoy mirando

en la ventana.

Eros una vez —Y otra vez—
Eros una vez —Y otra vez— ı Foto: larazondemexico
  • Nació: 5 de enero de 1967
  • Profesión: Poeta, editora y escritora
  • Algunas obras: Sonetos y son quince (2018), Versos de a pie (2017), Ser azar (2016), Rabia de vida / Rabia debida (2015)
  • Autora: Julia Santibáñez
  • Género: Poesía
  • Editorial: Textofilia, UANL, 2020
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