Karina Sosa rastrea abandono paterno en nueva novela

La escritora y editora Karina Sosa (Oaxaca, 1987) —ganadora del Premio Primera Novela de Amazon México/Estrategia Nacional de Lectura 2021 por Caballo fantasma— pone a disposición de los lectores Orfandad (Random House, 2024): novela que explora en las temáticas del amor y la libertad desde apuntes en que la ficción se erige a partir de brotes de la memoria teñidos por episodios de pesadumbres, horrores y abandonos.

Una hija descubre grietas familiares: sus padres están separados y la casa en la que crecen ella y sus hermanos se va poblando de recuerdos. En junio del 2006, el padre encabeza un movimiento de lucha popular, el cual enfrenta al gobierno de Oaxaca en la petición de justicia. Episodio que trae consigo el encarcelamiento del padre por la gresca que deja la ciudad en llamas. Exploración en la ausencia paterna derivada por la persecución social. La memoria inmersa en el pasado de una infancia inestable y dolorosa: fábula suscrita en punzantes codificaciones de aciagas efemérides.

“Esta novela tiene su origen por la participación de mi padre en 2006 en las protestas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), que solicitaban la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. La médula de la narración está en ese episodio; pero, me interesaba explorar y exponer las rupturas, abandonos y fisuras que hay en el entorno familiar por incidencias de las instituciones gubernamentales. Mi padre estuvo preso en el penal de Almoloya y en otro de Oaxaca, que lo separó de la familia. Reflexiono en cómo todo se puede deteriorar con una derivación que nos encamina a las franjas de la orfandad. Sufrimos la persecución de las autoridades por ser familiar de un hombre que fue un activo luchador en contra de un gobierno corrupto”, dijo a La Razón Karina Sosa.

¿Padre estigmatizado como el responsable de todos los conflictos en el estado de Oaxaca? Así fue, cuando salió de la cárcel lo acusaron de ser el causante de todos los problemas en el estado, a través de una infame campaña como táctica de generar el miedo y evitar otras manifestaciones sociales. Llegaron a decir que él y la APPO eran responsables de la crisis económica que se desató en 2006 y 2007 en Oaxaca.

¿La ciudad de Oaxaca como coprotagonista? La ciudad de Oaxaca es para mí una zona sagrada, que ha sido olvidada a veces, sin tener en cuenta todo el peso cultural de su identidad mexicana. Son muchas las calamidades que ha sufrido la ciudad de Oaxaca: ella siempre se sobrepone y se reconstruye. Yo quería hablar de cómo la belleza de sus espacios la engrandece.

¿Una Oaxaca caótica en la novela? Es cierto, la Oaxaca de la novela es confusa, asediada por la violencia en la exposición de todo aquello que nunca aflora en la superficie, lo cual no se les muestra a los turistas: los márgenes habitados por la pobreza.

¿Exploración en un pasado inundado de tinieblas? El pasado siempre nos perturba precisamente por las sombras que lo habitan: al menos, ésa es mi experiencia. La ficción se convierte en un espacio propicio para exponer esos infaustos episodios vividos y no salir lesionado. Entregué una parte de mi alma en la escritura de esta narración, que me asediaba desde hace mucho tiempo. Es necesario visitar el pasado; pero, son sus aires acuciantes los que visitan nuestra mirada en el presente.

¿Muestrario de heridas punzantes y dolorosas? Así es: expongo fracturas todavía presentes en la sociedad oaxaqueña, inmersa hoy en otros conflictos y azotada por muchas injusticias.