El pianista chino Lang Lang, quien es considerado uno de los más importantes de la música actual, cautivó en su debut en el Auditorio Nacional la noche de ayer, donde llevó a los asistentes por un viaje por el mágico mundo de Disney, en el que la emotividad, delicadeza y habilidad ante su instrumento sorprendieron en todo momento al público.
Pinocho, Campanita, Cenicienta, Dumbo, Mulán, Miguel, Tarzán, Aladdin, Baloo y compañía aparecieron en pantallas para dar la bienvenida al mágico mundo de las películas de Disney, mientras la Orquesta Sinfónica de Minería, bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto, tocaba la obertura del concierto en el que Lang Lang interpretó en vivo temas del disco The Disney Book, con el que la compañía celebra 100 años de magia.
Enseguida, el célebre pianista chino apareció en el escenario ataviados con un traje café y playera negra para interpretar “La bella y la bestia”, de la película homónima. Una dulce melodía comenzó a sonar y los dedos del musico se movían sutilmente por las teclas del piano. Al final se levantó e hizo una reverencia, mientras el público aplaudía emocionado y un pequeño fan de Lang Lang decía sorprendido: “Wow”.
El espectáculo siguió con “No se habla de Bruno “, el éxito de la película Encanto, inspirada en el realismo mágico. Los dedos del músico que ha sido dirigido por figuras de la talla de Gustavo Dudamel se movían con destreza, sobre todo cuando llegaba a esos ritmos característicos de la música colombiana. Deslizaba su mano completamente sobre las teclas dando muestra de su virtuosismo frente al instrumento.
Tras terminar esa interpretación dirigió un mensaje para los asistentes: “Gracias, yo amo México”, dijo en español y luego en inglés compartió que las caricaturas de Disney eran sus favoritas; adelantó que el espectáculo también sería un viaje por las diversas culturas del mundo, desde México con Coco hasta China con Mulán.
Después de esas palabras subió al escenario Karen Han-Ottosson, una de las más destacadas ejecutantes del erhu, instrumento clásico chino de dos cuerdas que posee todas las cualidades tonales del violín, para interpretar junto con el pianista “Reflejo”, de Mulán, mientras en la pantalla principal aparecía uno de los paisajes icónicos de la película. Lang Lang le imprimió una emotividad que se conjugaba con el sonido del erhu.
Luego, el ambiente se tornó un tanto sobrio y lleno de suspenso con “El jorobado de Notre Dame”, que trasladó al público a los paisajes parisinos. A ésta le siguió “Busca lo más vital”, de El libro de la selva y “Dos céntimos de pan “, de Merry Poppins, con esta música suave Lang Lang se vio profundamente conmovido y al final su mano izquierda quedó suspendida en el aire y luego bajó delicadamente.
Se levantó para agradecer al público y se marchó del escenario para que la Orquesta Sinfónica de Minería interpretara “Aladdin”. Con esa ejecución impecable demostró por qué ha logrado colaboraciones con músicos de la talla de Pacho Flores, además de mostrar su versatilidad, que ha sido uno de sus sellos.
La música, que también fue la representación de diversas modalidades musicales, entre éstas el jazz, hizo bailar timidamente a algunos de los presentes y también a Carlos Miguel Prieto, quien dirigía con la cadencia de la pieza, como en una especie de baile. Al terminar la interpratación, el público aplaudió efusivamente y Carlos Miguel Prieto sonrió.
Después subieron al escenario Lang Lang y el tenor Alan Pingarrón, para ejecutar “En mi corazón vivirás”, de Tarzán. La voz del tenor cimbró el Auditorio Nacional y antes de que terminara la pieza los asistentes se desbordaron en aplausos. Lang Lang también lo ovacionó y se levantó para darle un fuerte abrazo. Los tres bajaron de la tarima para un breve intermedio y luego el concierto siguió con el pianista y Juan Carlos Laguna en el solo de guitarra para cautivar con “Recuérdame” de Coco. En la pantalla apareció un panteón lleno de flores de cempasúchil. Lang Lang sonreía y disfrutaba de la pieza que tocaba.
El espectáculo también incluyó música de Blanca Nieves y los siete enanos y de Los tres cochinitos y El rey León. Y en “Todo está bien”, de Soul, acompañó al músico la cantante Gret Rocha.
Al cierre de esta edición, aún se esperaban éxitos como “Libre soy de Frozen” y el público estaba cautivado ante la maestría con la que Lang tocaba cada una de las piezas.