Carlos Olivares Baró/carlos.olivares.baro@hotmail.com
Luis Enrique Mejía López (Somoto, Nicaragua, 28 de septiembre de 1962), conocido en el ambiente salsero como el “Príncipe de la Salsa”, regresa a los escenarios con un álbum que despierta fervores en la fanaticada: Ciclos (Sony Salsa, 2009), destinado a convertirse en un clásico dentro de las tendencias contemporáneas de la música bailable afro caribeña.
Nominado para cinco Premios Latin Grammy/2009 (Álbum del año, Mejor álbum de Salsa, Canción del año, Mejor canción tropical y Mejor producción), y bajo la dirección y producción de Sergio George (productor de La Negra tiene tumbao de Celia Cruz; Valió la pena de Marc Anthony; Así soy del timbero cubano Issac Delgado…), el CD que ya alcanzó un Disco de Oro en Puerto Rico, se consolida en las plazas bailables y Luis Enrique vuelve a ser referencia entre melómanos, después de casi 9 años de ausencia: “…tuve la gloria de convertirme en padre y decidí estar más cerca de mi hijo Luca que acaba de cumplir siete años; regreso donde quiero estar con este disco muy importante para retomar mi carrera”.
En los parámetros de la salsa Luis Enrique ha logrado imponer su estilo imaginativo y fresco con orquestaciones modernas que discurren en los cordeles de la música afrocubana en fusión con ciertos aires pop y referencias de la plena y la bomba de Puerto Rico. Amor de medianoche (1987), Mi mundo (1989), Una historia diferente (1991), Timbalaye (1999), Evolución (2000) y Dentro y fuera (2007) son algunas de las creaciones discográficas donde las singularidades del vocalista, guitarrista y percusionista nicaragüense han sido aplaudidas por analistas y público en general. Evolución lo adentró a las audacias armónicas de la timba cubana (Van Van, Delgado, Simonet, Charanga Habanera, NG…) y Dentro y fuera lo lleva a incursionar en los espacios del World Music con éxito.
Ciclos es un cuaderno musical mesurado (arreglos orquestales imaginativos, sonoridad acompasada , repertorio equilibrado) que se apoya en compositores cubanos jóvenes (Jorge Luis Piloto, Amaury Gutiérrez, Carlos Valera), la visión de un productor con olfato y oído de Rey Midas: Sergio George, y músicos de prestancia y oficio probado (el trombonista “maravilla” Alberto Barros, el tecladista Milton Salcedo, el trompeta José Aguirre, el conguero Cachiro Thompson, el virtuoso guitarrista cubano Ahmed Barroso o el sax barítono Ismael Vergara).
Diez piezas que ponen a bailar al más manso y regocijan a los más exigentes conocedores. Inicia con “Yo no sé mañana” (Piloto), una guaracha/pop/salsa con ataques mambeados de sabroso guajeo, continua la fiesta con “Cómo volver a ser feliz” (Gutiérrez), son/pop de pegajoso montuno (“cómo volver a ser feliz/no te lo voy a repetir”); “Sonríe”(Enrique/Osorio/George) encaja en las tonalidades timberas con acuciante tabaleo percutivo y ataques de los metales de rica reminiscencia afrocubana. “Sombra nada más” (Contursi/Lomuto) es un grato paréntesis que Enrique nos regala con atildada tesitura de bolerista.
El CD transcurre en tajos de sones, timbas, guarachas y aires portorriqueños en acopies con acentos pop/funk bajo cordialidades métricas que los bailadores agradecen. Vale destacar la pieza “Abre tus ojos” (Enrique/Osorio) de fuerte influjo bladesiano y “Autobiografía” (Enrique/Piloto) por su conmovedor texto.
Luis Enrique reinicia con Ciclos una carrera que desde los años 80, atrapó por su propuesta de cálidas consumaciones rítmicas. ¡Bienvenido!, y en hora buena.
Mercedes Sosa
Cantora 1
La Negra partió a reunirse con las alabanzas de Dios. La muerte siempre intrusa. La muerte irremediable con sus vestigios pálidos. Transcurría el domingo con su celaje y murió en su seno Mercedes Sosa (Tucumán, 9 de julio de 1936 – Buenos Aires, 4 de octubre de 2009). Voz de canción para todos. Voz de Alfonsina. Voz de cigarra. Voz para que el negrito duerma. Sony Music pone en circulación Cantora en triste coincidencia con su desaparición física. Álbum nominado para los Latin Grammy en tres categorías: Álbum del año, Mejor álbum de folclore y Mejor diseño/arte. Invitados en dúo de sorpresivas conjunciones. Serrat y “Aquellas pequeñas cosas” en íntimo diálogo susurrante; Veloso y “Coraçao vagabundo” en habla de sigilos; Shakira y “La maza” en ardor de vuelos; Gieco y el “Himno de mi corazón” en danza por la vida; Aznar y “Deja la vida volar” en solicitud que la muerte incumple… Y la voz de la cantora mayor en “Agua, fuego, tierra y viento”.
Yanni
Voces
Yanni Chryssomallis (Grecia, 1954) estudió Psicología, pero su vocación musical lo alejó de Freud: hoy es uno de los compositores de New Age más exitosos del mundo. Creador de Música ligera con efectos orquestales confitados, que él prefiere llamar “instrumental contemporánea”, ha impuesto una decena de álbumes ( In Celebration of Life o Ethnicity) de gran demanda en la clase media alta consumidora de “música bonita”: escuchar a Yanni es “estar en onda”. Voces (Disney Pearl Series & Sony Music, 2009) nació de una convocatoria que el pianista hiciera a “las voces más sensacionales de la música en español (sic) con sus más bellas composiciones”. Magnífico Nathan Pacheco y cadenciosos los ataques jazzísticos de Sandoval. Ender Thomas, Chloe y Vargas: vale la pena seguirlos. Lucero, Cristian, Chirino, Feliciano o Tañón nada nuevo nos dicen. (Queremos a José José: mejor no glosamos nada). Yanni tiene —eso sí— un helénico sentido del humor.
fdm