Publica Delta de sol

Lucía María lanza un diálogo desafiante con el poema Piedra de sol de Octavio Paz

Ecos del Nobel en una singular apropiación creativa; “conversación” de una voz femenina con la tradición lírica de la posvanguardia mexicana

La escritora Lucía María.
La escritora Lucía María. Foto: Especial

Acaba de aparecer el extenso poema Delta de sol (Editorial Dharma Books, 2020), de la docente y editora Lucía María (Mexicali, 1983): “contra-poema al poema Piedra de sol de Octavio Paz”. ¿Apropiación de uno de los textos canónicos de la lírica en lengua española? ¿Retumbos de las sagradas cadencias pacianas? ¿Ecos de unos versículos que resuenan en la conciencia de miles de lectores? ¿Recreación de un cosmos indiviso e insuperable?

Octavio Paz (1914–1998), Premio Nobel de Literatura 1990, tardó tres lustros en la escritura de Piedra de sol (1957), texto vasto y complejo que corresponde a momentos significativos de su vida (enfrentamiento entre un varón y el cuerpo de una hembra): junto a Blanco (1967) y Pasado en Claro (1975) conforma un triángulo clave de la posvanguardia hispanoamericana. “Poema-itinerario de la presencia amorosa”, al decir de Pere Gimferrer: Lucía María ha retomado la exploración del cuerpo de luz desde una radical y amorosa oposición-contraste que, desde el mismo título: Delta de sol, juega con las connotaciones primarias de la escritura paciana: peñón de sol, viso de nube, gamas de día.

“Galerías de sonidos” que la voz de la poeta recorre: “monta y remonta hasta colmarlo todo / imperio líquido vociferándolo / gota que burbujea entre las piernas / un grito de agua hasta romper la presa”. Cordilleras humedecidas de vocablos que son indicios de un vértigo “en la combustión de la desesperanza”. Delta de sol es un atrevido y hermoso desafío.

“He estado escribiendo varios años textos que no me convencían. Frustraciones distintas me arropaban. Leí algo sobre Paz que me sumergió en Piedra de sol. Cuestioné mi escritura y me pregunté: ¿Qué diría una mujer o yo misma en correspondencia con los versos de ese poema por demás canónico? Delta de sol no es un poema de cotejo, sino un intento que nace de una necesidad: establecer un diálogo, una suerte de ‘sedición imaginaria’ en el planteamiento de erigir otra configuración al poema de Paz”, expresó a La Razón, Lucía María.

¿Todo desde una perspectiva femenina? Así es, desde una mirada femenina.

¿Desafío, ‘enfrentar’ un texto que la crítica considera perfecto? Ahí está el asunto: no es un poema que confronte a Paz. No descarto un poco de idealismo, de inocencia y de ingenuidad en la voluntad de la escritura en esta conversación, en esta búsqueda por los atajos de un poema que sí, me parece perfecto e incuestionable.

¿Atrevido desafío? Arrojo válido en la condición de arrogarme como poeta. Sólo quería encontrar mi voz, y desde mi proposición iniciar un discurso donde mi fraseo se convirtiera en un cuerpo geométrico en donde confluyen las imágenes de Paz.

¿Delta de sol como un eco más que una apropiación? Quizás lo veo como una imputación provocadora donde es posible que otras voces se escuchen en un coloquio con las tradiciones poéticas. Siempre desde la glosa de un código femenino que convoca.

Paz trabaja con 584 endecasílabos. ¿Usted rompe con esa estructura? Primero apelo a los endecasílabos, al final trabajo el verso libre. Un total de 687 versos, que juegan gráficamente con la distribución espacial de la página: caracteres, interrogaciones y orden visual. Ahí está lo que muchos verán como un entorno de apropiación. Yo quise ajustarlo a nuestro tiempo.

Delta de sol
Delta de sol ı Foto: larazondemexico
  • Autora: Lucía María
  • Género: Poesía
  • Editorial: Dharma Books, 2020
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