Abre Una tuna y una torre de luz...

MAM festeja 60 años de crítica y experimentación

La exposición se centra en definir la modernidad artística y se complementa con otras tres muestras; incluye obras de Frida Kahlo, Olga Costa y Rufino Tamayo, entre otras

Autorretrato, de Rosa Rolanda, óleo sobre tela, 1952.
Autorretrato, de Rosa Rolanda, óleo sobre tela, 1952. Fotos Cortesía: MAM

Las dos Fridas, de Frida Kahlo; Vendedora de frutas, de Olga Costa, y Las músicas dormidas, de Rufino Tamayo, son algunas obras que el Museo de Arte Moderno (MAM) presentó en Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre, exposición que forma parte de Ficciones de la Modernidad, como parte de los festejos con motivo de los 60 años de vida del museo.

“Después de meses de trabajo abrimos la exposición y así completamos Ficciones de la modernidad. Festejamos 60 años de crítica, de disenso y de experimentación que han tenido lugar en este museo, que este recinto ha sido el catalizador de varios procesos que han transformado las artes en nuestro país, así como de las demandas de la ciudadanía por instituciones que respondan a un mundo que cambia de manera vertiginosa. Larga vida al Museo de Arte Moderno”, dijo ayer en conferencia de prensa Natalia Pollak, directora del MAM.

Autorretrato (La crítica), de Julio Ruelas, tinta sobre papel, 1906.
Autorretrato (La crítica), de Julio Ruelas, tinta sobre papel, 1906.

Dicha muestra, ubicada en la sala B del recinto, se centra en definir la modernidad artística y pone en diálogo cuatro líneas de indagación plástica que han sido centrales en esta conceptualización: desde el prisma de la búsqueda de una identidad plástica propia; como resultado de la tensión y renovación entre lenguajes y posturas estéticas; como vanguardia, incluyendo la exploración del surrealismo, movimiento que cumple un centenario, y como una lectura del progreso, la urbe y la industrialización.

Ficciones de la modernidad exhibe 618 obras del acervo del MAM, creadas por 97 mujeres y 175 hombres, correspondientes al lapso de 1913 a 2021, y está conformada por otras cuatro exposiciones: Manuel Álvarez Bravo. Pesquisas de la lente, donde se homenajea el legado del fotógrafo; En pugna, donde se exploran las controversias dentro del arte moderno en México; Todo había estado muy normal..., una muestra colectiva integrada por obras producidas desde finales de la década de los 80 hasta hoy.

Fuego verde  en el Paricutín, de Dr. Atl, color sobre masonite, s/f.
Fuego verde en el Paricutín, de Dr. Atl, color sobre masonite, s/f.

Por último, Presencia infinita, que expone la historia del arte mexicano a partir de la obra de mujeres artistas, como Teresa del Conde, Frida Kahlo, Naomi Siegmann, Emma Hurtado, Remedios Varo, Margarita Nelken, Graciela Iturbide, Maritza López, Joy Laville yAna Victoria Jiménez.

La historiadora de arte recordó momentos únicos en la historia del MAM, desde su fundación el 20 de septiembre de 1964 y el trabajo de Pedro Ramírez Vázquez y Rafael Mijares, arquitectos, pasando por conflictos que sacudieron el paradigma del arte nacional.

“Cómo no mencionar el concurso de pintura y escultura Salón Esso de 1965 en el cual participaron jóvenes artistas y al resultar ganadores en la categoría de pintura Fernando García Ponce y Lilia Carrillo se armó una trifulca entre grupos de artistas unos a favor del arte figurativo y otros del arte abstracto. Al día siguiente se leían los encabezados de la prensa ’fenomenal bronca de artistas’”, recapituló Pollak.

La vendedora de frutas, de  Olga Costa, óleo sobre tela, 1951.
La vendedora de frutas, de Olga Costa, óleo sobre tela, 1951.

Comentó cómo Jorge Alberto Manrique, quien fuera director de la institución, protagonizó un acto de defensa de libertad artística a partir de la instalación de El real templo real, de Rolando de la Rosa, donde estaba la imagen de la Virgen de Guadalupe con el rostro y los senos de Marilyn Monroe y “escandalizó al grupo Provida y la Unión Nacional Sinarquista, quienes exigieron desmontar la instalación y su consecuente destrucción”, declaró.

La dirigente también destacó el compromiso que ha tenido desde 2019, cuando comenzó su trabajo, con convertir al museo en un espacio un seguro e inclusivo para las personas de la comunidad LGBT+ y para personas con discapacidad.

Además, estas seis décadas de arte fueron recopiladas en El catálogo, la primera publicación lanzada desde hace 20 años, con comentarios de 60 obras icónicas del MAM y las imágenes de 250 obras de las 3 mil 500 piezas que integran la colección.

Una tuna  y una torre de luz sobre un pupitre
Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre

Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre 

  • Cuándo: desde 18 de septiembre
  • Dónde: Museo de Arte Moderno
  • Horarios: martes a domingo de 10:15 a 17:45 horas
  • Costo: $90 general