A casi un año de ser aprobado en el pleno del Senado, México ratificó ayer, en el Diario Oficial de la Federación, su adhesión al Convenio de Unidroit sobre los Bienes Culturales Robados o Exportados Ilícitamente, instrumento legal de carácter internacional que tiene como objetivo facilitar la restitución y la devolución de bienes culturales.
El hecho es de suma importancia debido a que el Gobierno, a través de instituciones como la Secretaría de Cultura y la Secretaría de Relaciones Exteriores, está en una lucha por recuperar el patrimonio nacional que se oferta en subastas de casas extranjeras.
México se había suscrito al Convenio en 1995, cuando se elaboró en Roma, Italia; sin embargo, seguía pendiente que ratificara su adhesión.
El convenio establece que se aplicará a las demandas de carácter internacional de restitución de bienes culturales robados o de patrimonio desplazado del territorio.
Recientemente, en la declaratoria final firmada en la Mondiacult se solicitó a la UNESCO que intensificara acciones para acabar con el tráfico ilegal de bienes culturales, además de que promoviera la aplicación efectiva de los marcos jurídicos y políticas existentes para el retorno de bienes culturales a sus países de origen.
Los días que tuvo lugar la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible, tanto la directora de la institución internacional, Audrey Azoulay, como distintos ministros y secretarios de Cultura, entre éstos Alejandra Frausto, se pronunciaron contra el tráfico de bienes culturales y apelaron a la restitución de piezas patrimoniales a sus países de origen.
Apenas, en octubre pasado, la Secretaría de Cultura se pronunció contra dos subastas en París. Sociedad Millon e Interencheres comercializaron piezas arqueológicas de origen mexicano.
