La sombra del totalitarismo soviético se alarga en determinados autores de varias generaciones que lo padecieron en sus carnes, reflejándose en obras de trasfondo grave. Uno de ellos fue Milan Kundera, quien falleció el martes pasado en Francia al mediodía a los 94 años, quien en su juventud e incluso su vejez demostró que podía enfrentarse a lo que implica vivir en el totalitarismo con un tinte, podríamos decir, lúdico.
De esta manera, escribió el divertimento La fiesta de la insignificancia (2013), una forma muy personal de volver a la narrativa quince años después de componer La ignorancia, la historia de dos checoslovacos que regresaban a su tierra tras exiliarse y veían cómo se desmoronaba el comunismo en el Este europeo.
En aquel momento, cuando contaba con 85 años, el autor se dio una tregua en sus temas trascendentes o de tono sociopolítico; era un Kundera nuevo, irreconocible, que lograba algún pasaje notable, pero al fin frívolo en su empeño de entretener sin un argumento detrás que alcanzase un desenlace óptimo. Alain, Ramón, D’Ardelo, Charles y Calibán eran los amigos que protagonizaban escenas en grupo o en solitario, concebidas a modo de breves apariciones teatrales.
Milan Kundera era un escritor capaz de llegar a generaciones de lectores en todos los continentes con su obra y adquirió fama mundial. Dejó no sólo una notable obra de ficción, sino también una importante obra ensayísticaPetr Fiala, Primer Ministro de República Checa
En 1989 publicó La inmortalidad, en cuyo capítulo “El suicidio”, escribía a propósito de una mujer que amenazaba con quitarse la vida: “Todo el mundo tiene derecho a matarse. Es parte de su libertad”.
Tal libertad podía ser difícil de obtener en el plano más simple, tomando en cuenta que tras la guerra, en 1948, en tierras checas se impuso el régimen comunista desde Moscú, y la obra de autores como Hrabal no podía sintonizar con los estándares que se querían para el arte, en que debía primar el realismo socialista.
Desde Tusquets Editores lamentamos profundamente el fallecimiento de Milan Kundera, uno de los narradores más importantes del siglo XX. Un lúcido pensador que reivindicó la cultura centroeuropea y la lucha por la memoriaTusquets Editores , Editorial
Kundera buscó la manera de criticar la sociedad comunista checa en sus primeras novelas, La broma (1967), El libro de los amores ridículos (1963-1966) y (1973). Fueron años duros, en los que, tras la invasión soviética de Checoslovaquia, en 1968, cayó en el ostracismo: no sólo sus obras fueron prohibidas, sino que perdió su puesto de profesor en el Instituto Cinematográfico de Praga. Empezó a proyectar vivir en el extranjero. y consiguió en 1975, haciéndose profesor de literatura comparada en la Universidad de Rennes hasta 1980, al año siguiente adoptó la nacionalidad francesa.
A Kundera se le recuerda desde hace décadas por La insoportable levedad del ser (1982), una historia de amor intensa, donde se asoman los celos, el sexo y las traiciones: todo un coctel explosivo de emociones protagonizada por una mujer de apariencia frágil, Teresa, y el cirujano (y muy mujeriego) Tomás, por una parte, y por Franz y la pintora Sabina, a su vez amante también de Tomás, en plena Primavera de Praga. La obra tuvo una adaptación al cine por parte de Philip Kaufman, en una cinta con grandes dosis de erotismo.
En este día en que nos deja Milan Kundera recuerdo el impacto que me produjo la lectura de La insoportable levedad del ser, una novela extraordinaria, que tiene además uno de los títulos más hermosos de la ficción contemporánea. Murió pero será inolvidableGioconda Belli, Poeta
Una novela que, en suma, recorría la historia reciente de Checoslovaquia y su trasfondo de represión comunista, hasta el punto de que Tomás sufría la depuración del gobierno y, Sabina, la presión de no poder salirse de las directrices artísticas que marcaba el régimen, en busca de una libertad imposible.
Con la discreción que siempre le caracterizó, ayer que se anunció su partida no fue la excepción: “El señor Milan Kundera falleció ayer (martes) tras una prolongada enfermedad”, declaró Anna Mrazova, portavoz de la Biblioteca Milan Kundera.
Ha muerto Milan Kundera (1929-2023), el escritor checo radicado en Francia que a través de sus novelas y ensayos (o en una fusión de ambos) reflexionó sobre la condición humana, sus abismos y sus posibilidadesSecretaría de Cultura de la Ciudad de México