Con pastel y música, el Museo Nacional de Culturas Populares celebró su cuadragésimo aniversario como espacio abierto a las diversas expresiones culturales y artísticas que existen en el inmenso territorio llamado México.
Así, bajo el nombre de Serenata por tus 40, el Museo—fundado el 24 de septiembre de 1982 a iniciativa del antropólogo Guillermo Bonfil Batalla— congregó a diferentes propuestas en un concierto que sirvió como ventana para asomarse a la riqueza musical y lingüística del país, pasando por el tradicional son jarocho y el huapango, hasta géneros como el rock o el rap.
El patio Jacarandas del recinto ubicado en el centro de Coyoacán fue el escenario de esta Serenata, lleno del color del papel picado y el trabajo artesanal de diversos trabajadores del barro procedentes de estados como Michoacán, Oaxaca, Puebla, Jalisco, Tlaxcala, Veracruz, entre otros, reunidos como parte de la expoventa Lo bello y lo útil.
La tarde nublada y gris trasladó a los asistentes hasta los Altos de Chiapas. Desde Zinacantán, tres “hombres-murciélago” se aparecían ataviados con su pok’u’ul (cotón). La neblina había caído sobre el escenario con Lumaltok, agrupación conformada por Zanate, Checko y Gio.
“A mí me dijeron que la Ciudad de México era ruidosa. ¿Cómo están esta tarde?”, preguntó Zanate al público que gritó y chifló para dar paso a una afilada guitarra, un bajo galopante y una batería atronadora que se complementaron con el idioma bats’i k’op (tsotsil) que este power trio utiliza en todas sus canciones, demostrando que las lenguas originarias no son algo anticuado ni piezas de museo.
El público, por su parte, conformado por personas de todas las edades, pasaba entre canción y canción del shock de escuchar una lengua desconocida por muchos de ellos, a disfrutar del Psicodelic Pox Blues de esta banda fundada en 2008 y que forma parte de un movimiento de música contemporánea en idiomas originarios, a través de canciones como "Reggae sotz", "Buch’uon ta bats’i", "K’ak’al ta akoval", "Dama de la noche, Sik y K’usi abi".
La energía de Lumaltok sirvió para calentar motores y dar paso Mare Advertencia Lirika, quien a través del rap y sus letras de protesta, alzó la voz por la lucha feminista y las personas desaparecidas, recordando que el 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
“Porque vivas se las llevaron, vivas las queremos”, fue el grito que unió a decenas de mujeres durante la presentación de Mare. Rima tras rima, su voz no cantó sola, pues muchas de las asistentes corearon temas como “Bienvenidx”, “Se busca”, “Incómoda”, "Libres y vivas", para finalmente poner a bailar a gran parte de la concurrencia a ritmo de lo que llamó “un intento de cumbia”: "Mi gente".
“A sonreír con una postura política… ir liberando el cuerpo, todo eso que se quede atrás, todo lo malo, porque necesitamos estar libres para lo bueno que viene”, invitó Mare en medio de aplausos y gritos de “¡otra, otra!”.
Así, mientras más personas llegaban al recinto junto con la noche, Los Vega subieron al escenario. La agrupación, referente dentro del son jarocho por más de seis generaciones y cuyo nombre alude a una de las familias más importantes dentro del género, originaria de Boca de San Miguel, Tlacotalpan, Veracruz, acabó de encender el ambiente festivo cuando gran parte del público se levantó a zapatear.
"El toro zacamandú", "El Coco", "El cascabel" y demás sones tradicionales de la región del Sotavento completaron el ambiente festivo por el aniversario del museo. Personas bailando, sonriendo y disfrutando en un ritual que hace dos años era impensable, mientras Fredy Vega hacía gala de sus habilidades sobre la tarima.
El fandango continuó, ahora con el sabor a huapango de Staku y sus Huastecos. Las décimas en honor al museo no pudieron faltar: “Guillermo Bonfil Batalla en un amate inició/un camino que logró/más diálogos que murallas/la identidad no se calla/ni se le asignan lugares/por juicios occidentales/diversidad aquí veo/en la fiesta del Museo de Culturas Populares”.
Con jarana, violín y quinta huapanguera, el trío originario de Huauchinango, Puebla, interpretó Las mañanitas huastecas mientras se partía el pastel de aniversario del museo y la ovación no cesaba.
En el escenario del patio Jacarandas también se presentaron Trompo Trío, Rafael Mendoza, Esencia Inolvidable y Zenén Zeferino.
AG