Hace falta indagar en comunidades alejadas

Necesario, un catálogo completo de retablos novohispanos en México

“Es una manera de proteger este patrimonio, que en muchas partes está en peligro de desaparecer”, señala a La Razón la historiadora Franziska Neff; se requieren más expertos

Retablo central de la Iglesia de la Valenciana.
Retablo central de la Iglesia de la Valenciana. Foto: Especial

La última aproximación contabilizaba que en México existían entre 60 mil y 80 mil retablos novohispanos; sin embargo, hasta el momento no se cuenta con un catálogo completo que permita conocer la totalidad de éstos, lo cual serviría para proteger este patrimonio que en los últimos años ha sido objeto de robos, alertó en entrevista con La Razón Franziska Neff, historiadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, quien ha logrado documentar a detalle 170 obras en nuestro país y Guatemala.

“La catalogación es una manera de proteger este patrimonio, que como hemos visto en los últimos años, en muchas partes está en peligro de desaparecer por robo. Es poner la atención, investigar lo que hay y catalogarlo; con eso mantener esa parte de la historia y contribuir a una historia del arte más amplia”, comentó la especialista, quien en el registro que ha hecho ha incluido documentos fotográficos, dibujos de alzados y de plantas, así como dibujos de detalles arquitectónicos y bocetos de retablos.

La especialista aseguró que “hay pocos retablos que están intactos, unos simplemente están dañados por el uso, por el paso de los años, hay muchas modificaciones en el sentido de que las esculturas que están son de reciente manufactura o del siglo XX, las originales no están o se han cambiado las pinturas. Son pocos los retablos que están como tal cual se hicieron, entre ellos el de la Catedral de la Ciudad de México. He visto lugares en que hay mucha modificación de los retablos, porque el culto ha cambiado, cuando ocurre eso no hay daño, pero sí cuando hay sustracción de una obra”, comentó la especialista.

Indicó que una de las razones por las cuales no se tiene un catálogo completo es que no existen los profesionales suficientes para tan titánica labor, a pesar de que han habido esfuerzos como el que ella realiza, el Catálogo de Escultura Novohispana en el que colaboraron la UNAM y el INAH o el del patrimonio religioso del estado de Oaxaca.

“No hay gente capacitada para hacer esas investigaciones en otras regiones del país. Otro motivo es que tenemos fuentes documentales en donde es más fácil establecer relaciones o porque se trata de algún lugar emblemático, como la Valenciana en Guanajuato o Santa Prisca en Taxco. Lo que nos falta hacer es una catalogación amplia, para saber primero qué es lo que hay y ya después investigar; no sabemos todo lo que existe”, añadió.

Nos falta establecer una nómina de artistas que participaron en la construcción, el problema con los retablos es que es una obra hecha por varias manos, el ensamblador, el tallador, el escultor, el pintor y el dorador
Franziska Neff, Historiadora

Franziska Neff dijo que por ahora las investigaciones se han concentrado en Puebla, Oaxaca, Ciudad de México y San Cristóbal de las Casas, pero es necesario indagar en las comunidades más alejadas, pues su hipótesis es que existen más retablos de los que se creen.

“Tenemos los retablos del siglo XVI, de estos se conservan muy pocos, ahí sería importante indagar en comunidades alejadas para saber qué es lo que hay, porque lo que estamos contando se basa principalmente en obras de Puebla y unas pocas de la Ciudad de México, hay unos de la mixteca oaxaqueña y con eso es la idea que tenemos del siglo XVI, pero estoy segura de que en pequeñas comunidades hay retablos completos o restos, eso sería interesante, pero igualmente de los demás siglos hay muchísimo todavía”, puntualizó.

Destacó que la riqueza de los retablos radica en que conjuntan arquitectura, escultura y pintura. Añadió que fungían como receptores de imágenes religiosas, pinturas y esculturas y como “máquinas que articulaban un discurso”.

“Hoy en los museos vemos pinturas y esculturas aisladas, originalmente casi todas formaban parte de un discurso mayor de un retablo, estaban las imágenes para la devoción, la contemplación, para que la gente pudiera meditar sobre los misterios de la fe; por el otro lado, era el conjunto indispensable con el altar y con el acto de la eucaristía, tiene una función en la liturgia… La misa se hacía en latín, la gente no entendía nada y era muy importante el performance, ver al sacerdote, los gestos que hacía, cuando levantaba la copa y la hostia, eso pasaba enfrente del retablo, entonces el retablo es la escenografía detrás de todo ese acto”, explicó.

  • ​Capilla los Reyes, Puebla
  • Catedral Metropolitana, Ciudad de México
  • Templo de Santa Prisca de Taxco, Guerrero
  • Iglesia de la Valenciana, Guanajuato