El mar tiene la cualidad de brindarnos tranquilidad con sus aguas apacibles, pero también toda una serie de emociones cuando tiene fuertes oleajes, llega a ser feroz y por eso cuando nadamos en él lo hacemos con cautela, porque puede devorarnos. Cuando nos detenemos a escucharlo nos hace sentir bien y cuando vemos su inmensidad nos sentimos plenos. Justo así la coreógrafa Nina Heredia mira el amor y usa el mar como metáfora en Melting Mode para plantear diversas preguntas sobre estar con otra persona y con nosotros mismos.
La coreografía es un dueto interpretado por Irene Martínez y Tristán Garrido en el cual Heredia aborda la fuerza del amor, tanto propio como cuando nos relacionamos con otra persona.
“Como metáfora tenemos al mar, que es profundo, infinito, que siempre está en movimiento. Las olas se ponen fuertes y luego regresa la calma. El mar te puede empezar a jalar también. Está una manera de enamorarse del otro al grado de perderse, qué peligro, entonces es pensar cómo puedo enamorarme, amar, pero mantener mi libertad, ese espacio mío que necesito para existir”, explicó la directora de la compañía 180º Danza Contemporánea.
Para mí fue muy extraño, estuve haciendo esta obra y tuve que ir a Veracruz, parada frente al mar dije claro, el mar es la metáfora. Primero había pensado en pájaros, pero realmente la metáfora era el marNina Heredia, Coreógrafa
Heredia desde hace cinco años empezó a trabajar en sanar la autoestima, un proceso que ha sido muy profundo y que le ha llevado a ver la importancia del amor propio, de esa exploración personal surgió esta coreografía.
“Por un lado está el amor romántico que nos venden en las películas, en las novelas románticas y por otro, el amor espiritual, profundo, en donde estoy con el otro desde mi propia integridad, desde el propio amor que siento hacia mí, les decía (a los bailarines), que es muy complicado llegar a querer que otro venga a cubrirte tus huecos con amor, es importante preguntarnos cómo es el amor que siento por mí”, compartió la artista.
Contó que al inicio había pensado que el elemento que guiaría esta coreografía serían los pájaros como metáfora del amor; sin embargo, durante un viaje que hizo a Veracruz estando frente al mar supo que éste tendría que ser el eje del montaje escénico.
Melting Mode forma parte del programa dancístico Policromía en el cual Nina Heredia invitó a los artistas escénicos Ruby Gámez y María Brezzo, quienes también presentan sus piezas coreográficas, las cuales están unidas por tener como eje el uso de un color específico en vestuarios y escenografía.
Melting Mode se caracteriza por el amarillo; Pahoehoe, también obra de Heredia, conjuga el rojo y negro; Cuaderno de artista I-Escultura performática, de Brezzo, es rosa, por ejemplo. Ruby Gámez presenta El tenista y Soy una hoja que mueve el viento.
Nina Heredia aseguró que la idea de unirse con otros coreógrafos es con el fin de crear estrategias para llegar a diversos públicos, ya que consideró que las instituciones no están apoyando lo suficiente con la difusión de lo que se presenta en sus propios teatros.
“Una de las razones por las cuales los invito es porque originalmente iba a presentar un solo, dije no, es muy difícil ahorita. Estamos en un momento en donde ni la UNAM ni Bellas Artes convocan a conferencias de prensa, no hay entrevistas, todo es Facebook, Instagram, Twitter, es muy abstracto, no hay público, para la danza es muy complicado”, lamentó.
Las funciones son a partir de hoy y hasta el próximo domingo en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes (Cenart).
- · Cuándo: 10 al 12 de marzo
- · Dónde: Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart
- · Horarios: viernes y sábado, 19:00 horas; domingo 18:00 horas