Fue hace poco más de un año cuando la fundación Amigos de Notre Dame de París alertó que la catedral necesitaba con urgencia una restauración, ya que se corría el riesgo de que su exterior se “cayera a pedazos”. En el jardín trasero había fragmentos de piedra que estaban por caerse o que se desplomaron, a consecuencia de la contaminación, las lluvias y el deterioro del inmueble; algunas gárgolas se habían removido y en su lugar había tubos de PVC para evitar filtraciones.
En la azotea se encontraban pedazos de gárgolas, de decoraciones y de pináculos. “Para hacer toda la restauración de la catedral necesitamos 150 millones de euros. Nuestro objetivo es recolectar 100 millones a través de mecenas”, explicaba Michel Picaud, presidente de la asociación.
El plan era eliminar las piedras más deterioradas y reemplazar las que ponían en riesgo la estabilidad del edificio. Se esperaba recaudar los fondos en un periodo de seis a diez años; en este proceso estaban cuando el pasado lunes un incendio arrasó con parte de este patrimonio cultural.
“¿Debemos reconstruir una flecha? ¿Idéntica? ¿Adaptada a las técnicas y desafíos de nuestro tiempo? Se organizará un concurso internacional de arquitectura sobre la reconstrucción de la aguja de la catedral. #NotreDame”
Édouard Philippe
Primer Ministro
Cuando la fundación lanzó el llamado de alerta para la rehabilitación de la catedral, pocos hicieron caso; sin embargo, ahora empresas, políticos y personalidades del espectáculo han anunciado que realizarán donaciones para su edificación. De ahí que la próxima semana se presentará un proyecto de ley que proporcionará las “garantías de transparencia y buena gestión” de los apoyos que se reciban.
“Cada euro entregado para la reconstrucción de Notre Dame será destinado a ello y no a otra cosa”, prometió ayer el primer ministro Édouard Philippe.
Lo anterior en respuesta a las críticas que han suscitado las donaciones y como una manera de calmar los ánimos, ya que lo ocurrido en el templo gótico se da en un momento en que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, pasaba por la crisis de los “chalecos amarillos” y están en puerta las elecciones para renovar el Parlamento, el próximo 26 de mayo.
Una de estas críticas, por ejemplo, vino de Philipe Martínez, secretario general de la CGT, uno de los principales sindicatos franceses, quien expresó: “si son capaces de dar decenas de millones para reconstruir Notre Dame, que dejen de decirnos que no hay dinero para satisfacer la emergencia social”.
La urgencia del mandatario francés para reconstruir la catedral en cinco años también ha generado polémica y que su equipo salga a dar respuestas al vapor.
Sin que se haya completado la evaluación de los daños y mientras algunos de los muros de la catedral siguen inestables, ayer, el primer ministro comenzó a perfilar medidas para iniciar las labores de rehabilitación del inmueble; entre éstas, el lanzamiento de un concurso internacional de arquitectos para la construcción de la aguja que destruyó el incendio.
Dicho concurso, explicó, “permitirá saber si hay que reconstruir una nueva aguja idéntica o si hay que dotar a la catedral de una nueva flecha, adaptada a las técnicas y desafíos de nuestra época”.
HOMENAJE A BOMBEROS. Hoy, en el Hotel de Ville de París se rendirá tributo a los bomberos y personas que ayudaron en las labores para apagar el incendio y rescatar las reliquias y obras de arte.
Este día también se espera que el gobierno anuncie el plan de capacitación para trabajadores, ya que hacen falta 100 canteros, 200 techadores y 150 carpinteros, según cifras de Jean-Claude Bellanguer, secretario general de Compañeros del deber, una comunidad de artesanos.