Decálogo de desafíos

Obras inconclusas y presupuesto, retos de Secretaría de Cultura

El analista Eduardo Cruz Vázquez dice a La Razón que Claudia Curiel tendrá que resolver pendientes para marcar su propia agenda; sin terminar, el Proyecto Chapultepec y las labores de reconstrucción

Claudia Curiel, en noviembre de 2022.
Claudia Curiel, en noviembre de 2022. Foto: Cuartoscuro

Claudia Curiel de Icaza comenzó ayer su gestión como secretaria de Cultura federal y entre los primeros 10 desafíos que tiene están terminar las obras inconclusas que le heredaron —el Proyecto Chapultepec— atender las demandas de los trabajadores sindicalizados y construir acuerdos de cara al Presupuesto de Egresos 2025, dijo a La Razón el analista del sector cultural, exdiplomático cultural y gestor cultural Eduardo Cruz Vázquez.

El especialista, quien enumeró un decálogo de desafíos que enfrentará la titular de la Secretaría de Cultura federal, señaló que será importante que agilice los proyectos inconclusos para definir el sello que imprimirá.

Los pendientes no son menores, están el Proyecto Chapultepec, cuya Bodega Nacional de Arte resguardará 60 por ciento de las obras de los 18 museos del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL); además faltan por abrirse las salas restantes de la Cineteca Nacional Chapultepec, sólo en una se proyectan películas; le tocará la continuidad del Parque del Muralismo mexicano (Centro SCOP) e iniciar las labores del complejo cultural proyectado en lo que fue el cine Mariscala. Asimismo, concluir la digitalización del acervo documental de Octavio Paz y definir la fecha de entrega a El Colegio Nacional.

Cuando recibes una oficina con una serie de pasivos, llamémosle así, es como un bombero llegando a apagar fuegos, hay que resolverlo, se tiene que apurar, porque eso dependerá para enfocarse en otros proyectos
Eduardo Cruz Vázquez, Analista del sector cultural

“Hay que resolverlo, se tiene que apurar, porque eso dependerá para enfocarse en otros proyectos, tiene muchos frentes inconclusos”, compartió Eduardo Cruz Vázquez.

Al no contar con experiencia en el Gobierno federal, deberá primero, “evaluar y ver con ojos propios los proyectos inconclusos que son coyunturales e importantes”, para pasar al segundo desafío, el presupuestal, que consistirá en el diseño y entrega del paquete económico del anteproyecto de Presupuesto de Egresos 2025.

Como tercer punto, será lograr un presupuesto de 2025 que le sea suficiente para “solventar no sólo los asuntos pendientes, sino lo que va a disponer de recursos para instrumentar las acciones de los primeros 100 días de Gobierno”.

En cuarto lugar, le tocará el cierre del ejercicio fiscal 2024, lo cual la llevará a tomar decisiones para los meses que restan del año, apuntó Cruz Vázquez.

En quinto lugar está la tarea de integrar a todo el equipo de trabajo. Mientras que en sexto, participar en las labores de planeación para diseñar el Plan Nacional de Desarrollo de los próximos años, del que se deriva el Programa Sectorial de Cultura.

En séptimo lugar estará atender las demandas de los sindicatos, principalmente del INAH y el INBAL. “¿Qué va a pasar con ellos?, de momento nada, esperamos que de aquí a diciembre tengan la oportunidad de dialogar con Claudia Curiel, exponer sus planteamientos de cara a la administración y el presupuesto de 2025, sobre todo en el caso del INBAL, donde hubo retrasos en pagos. Al sector que está en contra de Diego Prieto en el INAH la ratificación les cayó como un balde de agua fría, lo que preveo es que las tensiones no van a bajar, se van a incrementar en los próximos meses, pero va a depender de si Diego Prieto hace un replanteamiento de su relación con ellos y encuentra un vehículo de conciliación”, dijo.

Como octavo reto enumeró lo referente a la reconstrucción de inmuebles históricos dañados por los sismos de 2017, de los cuales faltan por concluir 23, según el último corte que dio a conocer la exsecretaria de Cultura, Alejandra Frausto, el pasado 19 de septiembre.

En noveno lugar, Eduardo Cruz Vázquez apuntó la autorización pendiente del anteproyecto del nuevo Reglamento Interior de la Secretaría de Cultura que debía ser aprobado por la Consejería Jurídica de la Presidencia y que ha tenido diversas observaciones, como la que hizo Eduardo Nivón Bolán en el Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), quien observó con preocupación la supresión de la función XVI en el artículo 5 del reglamento de 2016, que establecía que al anteproyecto de Presupuesto de Egresos tenía que aprobarlo la Secretaría de Cultura.

Y como décimo punto, Eduardo Cruz Vázquez indicó que será necesario que Claudia Curiel de Icaza restablezca el diálogo con grupos de la comunidad cultural e intelectual con los que hubo una fractura. “Tiene una ventaja generacional que le puede permitir alejarse de prejuicios y entender, como lo decía hoy José Ramón Cosío en una entrevista, que en la diversidad y diferentes puntos de vista está una posibilidad de entendimiento. Es un punto importante, no creo que vaya a hacer algo de aquí a enero, porque hay otras urgencias, pero si es ver si mantiene la misma línea dura de distancia con estos grupos como lo hizo Alejandra Frausto o si va a abrir la mesa para ponerse a platicar sobre los asuntos que nos interesan a todos en el sector. Esperaríamos que sea más incluyente y se aleje de la beligerancia con la que se llevaron con muchos de esos grupos de creadores en el sexenio que concluyó”, dijo.

  • Nació: 16 de agosto de 1979, CDMX
  • Trayectoria: es historiadora y gestora cultural; fue secretaria de Cultura de la Ciudad de México entre 2002 y 2024; trabajó en eventos como el Festival Internacional de Cine Contemporáneo, el Festival de México en el Centro Histórico y el Festival Internacional de Cine de la UNAM

Van por educación artística

La Presidenta Claudia Sheinbaum, de sus 100 promesas, cinco las dedicó al sector cultural. Se comprometió en el Zócalo capitalino a impulsar la educación artística y mejorar las condiciones laborales.

En el punto 36 dijo que crearía “el sistema más ambicioso de educación y creación artística, formal y comunitaria”. Además, consolidaría las escuelas del INBAL. “Por cada escuela pública formaremos una banda, un coro, una orquesta, un grupo de teatro, un grupo de creación literaria y de artes plásticas, vamos a traerlos al Zócalo para que puedan exponer su trabajo”, expresó.

En lo referente a lo laboral externó: “Garantizaremos las condiciones para que los artistas de México puedan desarrollar su actividad y reciban una remuneración justa”.

En el punto 38 señaló que promovería el desarrollo y el acceso a la cultura; y en el 39, que seguirán impulsando la riqueza cultural en México y “la recuperación histórica”.

Por último, destacó: “Haremos una república de lectores, promoviendo círculos de lectura en todos los ámbitos educativos y laborales, creando más salas de lectura, redes de librerías, bibliotecas populares, ferias del libro, la producción de libros a bajo costo y bibliotecas digitales”.