Conmemoran 100 años de su nacimiento

En ocho años digitalizan más de 11 mil documentos de Raquel Tibol

El acervo que la crítica de arte donó antes de morir comprende apuntes en cartones, envoltorios e invitaciones, además de correspondencia y recortes de periódicos, detalla a La Razón Laura González, responsable del proyecto; “su archivo nos permite ver la génesis de esta crítica de arte”, dice

La también historiadora, en el Cárcamo de Dolores, en 2010.
La también historiadora, en el Cárcamo de Dolores, en 2010. Foto: Cuartoscuro

En una carta fechada el 11 de noviembre de 1969, la crítica de arte Raquel Tibol le dice a su esposo, Boris Rosen, y a sus hijos, Nora y Simón, que ha “comenzado a sentir fuertes mareos y quizás podría ocurrirme algo, en ese caso les ruego que resuelvan las cosas del mejor modo posible”. Sella su mensaje con una emotiva despedida, que al final no llegó porque ella falleció el 22 de febrero del 2015: “Les deseo lo más parecido a la felicidad y que Simón llegue a ser todo un hombre”. Éste es uno de los documentos que forman parte del archivo que la también periodista donó a la Fundación Slim antes de morir, el importante acervo comprende más de un millón de fojas, de las cuales en ocho años se han catalogado 11 mil 262, informó en entrevista con La Razón Laura González, responsable del proyecto y quien forma parte del departamento de curaduría del Museo Soumaya.

“Esta cifra cambia cada semana, porque estamos digitalizando un promedio de 200, 300 por semana, está modificándose constantemente”, señaló González, quien destacó que desde que el acervo llegó al Museo Soumaya emprendieron la ardua labor de catalogación y digitalización.

“Uno de los grandes retos es la vastedad del archivo, la donación se concretó en 2014 y los documentos empezaron a llegar con nosotros en 2015, desde entonces hasta la fecha, con diferentes etapas, hemos emprendido la catalogación y digitalización, hay paquetes que no tienen un nombre, pero podemos identificar los años que abarcan”, comentó Laura González.

Detalló que una de las peculiaridades del acervo documental es que se encuentran apuntes que la crítica de arte hizo en múltiples soportes, desde cartones e invitaciones, hasta envoltorios. Además de anotaciones en los recortes de periódicos que hacía de las secciones culturales.

“Su archivo nos permite ver la génesis de esa crítica de arte, de sus libros, cómo trabajaba. Hay recortes de periódicos, hacía anotaciones sobre los mismos artículos periodísticos que recortaba, uno puede rastrear que leía las secciones culturales de todos los periódicos de cabo a rabo, los diarios, semanarios, revistas mensuales, porque están anotados, muchas veces cuando la citaban de forma equivocada anotaba: ‘Yo nunca dije eso’; tenemos algunas evidencias de cartas que escribió a directores de distintos periódicos pidiendo su derecho de réplica, y hoy que hablamos de la libertad de prensa, es interesante ver cómo ejercía su labor periodística y su libertad”, resaltó González.

Respecto a la correspondencia de Raquel Tibol, conocida por haber sido la máxima autoridad en materia de artes plásticas y de quien hoy se conmemora el centenario de su nacimiento, González detalló que se encuentran cartas personales e intercambio epistolar con diversas personalidades de la vida artística de México y del mundo.

“Tenemos mucha correspondencia personal, algunas con Fanny Rabel, varias con Siqueiros y Angélica Arenal, esposa del muralista, con comités de lucha a favor de la paz en Vietnam o Hiroshima, en esa época turbulenta que le tocó vivir; con editoriales de diferentes latitudes del mundo que querían publicar sus libros, con el Comité Mundial de la paz, tenemos mucha correspondencia, porque fue representante de las mujeres en México, con organismos feministas, además de mucho intercambio epistolar con personalidades de la cultura, escritores, artistas, no sólo mexicanos sino cubanos, argentinos, en toda Latinoamérica, todos le escribían para pedirle opinión sobre su obra, le hacían llegar algunas imágenes para que pudiera evaluar la calidad de su trabajo”, explicó.

En una carta dirigida a su esposo, Boris Rosen, por ejemplo, Raquel Tibol cuenta que fue a la casa del escritor y editorialista del órgano del Partido Comunista francés L’Humanité, André Wurmser, y ahí le dijeron que “la lucha en favor de Siqueiros se había visto dificultada por una carta que se había hecho circular y que firman, entre otros, David Rousset y Jean Cassou”, quienes “jamás lucharán ni darán su firma por alguien que participó en el asesinato de Trotsky”. La crítica le pide comentarle estas cuestiones a la esposa del muralista.

Carta en la que la felicitan por su vida fuera de Argentina. Tenía cuatro años viviendo en México.
Carta en la que la felicitan por su vida fuera de Argentina. Tenía cuatro años viviendo en México. ı Foto: Cortesía Fundación Slim/Museo Soumaya

En las labores de conservación, abundó Laura González, uno de los desafíos es estar constantemente revisando los documentos y en caso de ser necesario mandarlos a un proceso de intervención.

“El papel es muy delicado, es uno de los materiales más difíciles de conservar, muchas veces se tiene que intervenir porque ya está un poco corroído por el tiempo o tiene rupturas, se tienen que hacer injertos, intervenir, no en todos los casos, cuando identificamos un documento que presenta algún tipo de anomalía o deterioro visible lo comentamos con el laboratorio de restauración para que se haga una propuesta de intervención. Fuera de esto, cada vez que se cataloga y se digitaliza un documento, se coloca en una guarda libre de ácido para que garanticemos su conservación a largo plazo. Afortunadamente estas nuevas tecnologías de digitalización nuestro público puede hacer la consulta documental de manera digital, lo cual ayuda a que se conserve mejor este material”, agregó.

El acervo también comprende ocho mil libros y 16 catálogos de arte, que sí cuentan con catalogación, pero no digitalización.

A cien años del nacimiento de Raquel Tibol, Laura González, la destaca como una crítica de arte que marcó un parteaguas.

Carta en la que la felicitan por su vida fuera de Argentina. Tenía cuatro años viviendo en México.
Carta en la que la felicitan por su vida fuera de Argentina. Tenía cuatro años viviendo en México. ı Foto: Cortesía Fundación Slim/Museo Soumaya

“Fue una figura clave en la crítica de arte, su lucidez fue extraordinaria, hay que recuperar la figura de Raquel Tibol y leerla, tenemos la obligación de recuperar la memoria de Raquel, lo que tenía que decir respecto del arte mexicano e internacional, sobre el proceso sociopolítico que le tocó vivir, es una mujer extraordinariamente lúcida, vale la pena echarse un clavado a lo que escribió, además la calidad de sus textos es fantástica, estamos hablando de que consideraba que la crítica era un género literario, entonces su calidad ensayística es extraordinaria y vale mucho la pena leer sus libros”, dijo la especialista.

Entre los libros de la historiadora se encuentran Escrituras: Frida Kahlo, selección, proemio y notas de Raquel Tibol y Hermenegildo Bustos: Pintor del pueblo.

Laura González señaló que es necesario recordar que “mucho de lo que sabemos de nuestros artistas nodales, estos pilares de la cultura mexicana es gracias a la crítica de arte Raquel Tibol, sin dejar de lado que es crucial conservar este espíritu crítico que siempre tuvo, porque tuvo un espíritu indómito, no se achicaba ante ningún artista, hacía valer su palabra siempre, creo que toda la gente que se dedique al arte y al periodismo le debe mucho y la brecha que abrió”, concluyó.

  • Nació: 14 de diciembre del 1923
  • Murió: 22 de febrero del 2015
  • Galardones: Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez, Medalla de Oro de Bellas Artes y Doctorado honoris causa por la UAM