Ofrece el recital L’Arte del Bel

Ovacionan a Rolando Villazón en la Sala Neza

Hizo gala de sus amplias posibilidades vocales, pero también de su característico histrionismo y carisma; estuvo acompañado por el pianista Ángel Rodríguez

El tenor Rolando Villazón y el pianista Ángel Rodríguez, el martes pasado.
El tenor Rolando Villazón y el pianista Ángel Rodríguez, el martes pasado. Foto: Cultura UNAM

Tuvieron que pasar largos años para tener de vuelta al tenor Rolando Villazón en México. Una serie de “accidentes”, como los llamó él, lo trajeron para ofrecer el recital L’Arte del Bel Canto en la Sala Nezahualcóyotl, donde el público lo ovacionó y vivió una noche llena de emociones por las interpretaciones en las que hizo gala de sus amplias posibilidades vocales, pero también de su característico histrionismo y carisma, acompañado por el pianista Ángel Rodríguez.

“No debería estar cantando aquí hoy y por una serie de accidentes me encuentro aquí, hoy no quiero estar en ningún lado más que en la Sala Nezahualcóyotl”, dijo emocionado casi al final del concierto, la noche del martes pasado.

L’Arte del Bel Canto, que inauguró el Festival Cultura UNAM, comenzó con “Già il sole dal Gange”, de Alessandro Scarlatti; y “Vergin tutto amor”.

Después conquistó con las “melodías hermosas” de Bellini y el “dramatismo” de Verdi, como el tenor describió estas dos partes del recital.

Con Bellini vimos a un Rolando Villazón entregado con “Ma rendi pur contento” y haciendo retumbar la Sala Nezahualcóyotl por los aplausos que recibió en “Vaga luna che inargenti”.

Con Verdi llenó de temperamento y sentimiento en piezas como “Deh pietoso, oh addolorata” y “L’esule”, con ésta última demostró la potencia de su voz.

Tras un intermedio, tocó el turno de Paolo Tosti, cuyas composiciones conmovieron: “Non t’amo più” provocó suspiros y un desborde de aplausos y gritos.

Con Puccini las ovaciones incrementaron, especialmente al término de “A te”, en la que en cada rincón el público parecía competir por quién aplaudía más.

La velada terminó con “Non ti scordar di me”. Gran parte de los asistentes se puso de pie para agradecer por la velada.