UN PASO

UN PASO
UN PASO larazondemexico

Fue hace muchos años que empezamos a vernos, al principio sólo por unos minutos y antes de darnos cuenta, pasábamos horas completas, primero contando lo que pasará por nuestras cabezas y terminando en silencios contemplativos en los que no había incomodidad sí no complicidad.

Cuenta una vieja leyenda hindú que cuando fuimos creados uno de los dioses se puso celoso de nuestra felicidad y partió nuestra alma a la mitad, Una mitad la puso en el hombre y la otra en una mujer Y borró el conocimiento de su existencia, por eso, se dice que encontramos a nuestra otra mitad, estamos condenados a vivir una y otra y otra vez, hasta que podamos al fin encontrar la otra mitad de nuestra alma y ser una entidad plena. Puede que no sea hindú la leyenda, puede que ni exista, puede que sólo sea la historia de un ebrio hablando con su vaso mientras el barrista hace como que lo escucha. lo que sí puedo decir, es que a veces encontramos a esa persona que nos hace sentir cómodos hasta con nuestros peores defectos y eso, sí es plenitud.

Algunos creen que el epítome del romanticismo, es el amor a primera vista pero, eso sería como comer un sándwich insípido antes de ir a una cena de gala. El amor se construye cada día, cada hora, cada minuto, segundo, instante, eternidad, lo único que cambia, es la facilidad que encuentras con la otra persona, y eso hace que el tiempo sea relativo, que lo complicado sea simple y lo simple, sea perfecto.

El amor, esa sensación que todos creemos que es nuestro diamante en bruto y al que sólo hace falta pulir, que a veces es cierto pero, en otras es cristal o peor aún, sigue siendo frágil carbón. Lo peor de todo, es encontrar ese diamante, cortarlo, pulirlo, hacerlo tan brillante como el sol, tan valioso como el agua para el sediento y luego perderlo, en un absurdo, por el destino, porque así debían ser las cosas, porque quién soy yo para cuestionarlas, porque así es la vida, porque, porque, porque…

No conocer el motivo o la razón de que todo alrededor de lo que giras desaparece en un instante es suficiente para enloquecer a cualquiera y yo soy cualquiera, su ausencia y las sinrazones trastocaron mi vida y mi cordura, es impresionante ver como todo eso que antes te motivaba se transforma en un lastre que te arrastra a lugares profundos de desespero. La miel es hiel y las mariposas del estómago hace mucho que se deshicieron en el ácido y se pudrieron dejando sólo gusanos que se arrastran por tus venas.

Estoy harto de que la gente me diga que el tiempo lo cura todo, en estos momentos el tiempo es el peor verdugo, es el que me recuerda que todo cambió, que el día de mañana no es una oportunidad, sino uno más, igual, dolorosamente igual.

Eso me llevó a buscar una forma de romper el tiempo, de regresarlo, sé que las máquinas del tiempo son cosas de la ficción, pero los multiversos son cosas de la ciencia, es más fácil creer en la teoría de Schrödinger, que en la máquina de Wells, y aunque ambas cosas estuvieran fuera de mi alcance, el buscar una salida quizá fue la salida, me ensimismé en la búsqueda de un camino y lo que antes hubiera sido imposible por la consulta de millones de libros, ahora sólo era cuestión de escribir la pregunta en un buscador de internet, tan simple que resulta increíble. Lo demás fue prueba y error.

Si nunca han creído en la magia, dejen de leer en este instante, pues lo que diga sólo les podrá provocar 2 reacciones, o una risa incontrolable o un coraje indecible ante lo que narraré.

Decía Clarke que “cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia” y eso me llevó a pensar en que quizá la magia que ha sido contada de diversas formas hasta nuestros días, quizá sólo era la evidencia de una ciencia antigua.

Después de consultar infinidad de mapas y cruzarlo con referencias acerca de personas que desaparecían y aparecían y que contaban extrañas historias de otros lugares y otros tiempos, personas que erróneamente clasificaron como “viajeros en el tiempo” y que no eran más que desafortunados sujetos que atravesaron realidades en un punto de intersección.

Cada pequeña diferencia en nuestras decisiones, se acomoda en una realidad alterna, hay algunas realidades tan disímiles que podemos encontrar un “Adolf” de la paz en honor a ese gran estadista alemán que unió al mundo en un solo destino y le permitió a su sociedad alcanzar su potencial a través de la no violencia, y otras tan similares que si cruzáramos el velo, no notaríamos la diferencia.

Una vez que se encuentre el patrón que rige el problema insoluble, todo se acomoda. lo mismo pasa con estas pequeñas intersecciones que se dan entre las realidades, a veces son solo microsegundos, a veces no hay ningún árbol cayendo en el bosque que genere sonido, a veces es sólo un insignificante insecto el que cruza o, a veces, alguien tiene la mala suerte de dar un paso que aparecer en un mundo que no entiende. fueron varios años de búsqueda, de referencias cruzadas, de leer las más eruditas teorías de físicos reconocidos o las más absurdas historias de charlatanes redomados. Todo me sirvió.

Y después de cargar los datos y establecer el algoritmo sólo fue cuestión de esperar el momento y lugar preciso en que 2 realidades hicieran contacto.

Después de todo lo que he investigado estoy casi seguro que no puede haber 2 seres idénticos en una misma realidad, es decir, no podré cruzar si hay otro como yo en esa realidad. Estoy aquí a punto de dar ese paso, no importa lo que suceda, sí cruzo, quizá la encuentre del otro lado, y si no lo hago, habré tenido mi mente ocupada por los últimos 6 años, años en los que el tiempo no fue tormento, en que la esperanza y el asombro llenaron su ausencia, años en los que a veces, incluso tuve un remedo de vida.

Hay una leyenda maya que dice, cuando 2 almas están destinadas, ni el capricho de los dioses es tan fuerte como para separarlas. Yo he comprobado que todas las leyendas provienen de una verdad olvidada. No sé qué pasará, pero hay un momento, como este, en que pase lo que pase, da igual. Dar el paso es solo mover la pierna una delante de la otra Pues cuando tu destino está ausente, el horizonte es sólo una línea…

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