Se presenta en el Teatro Raúl Flores Canelo

Periferia revalora la necesidad de abrazar

La obra de Óscar Ruvalcaba aborda la importancia del contacto humano; plantea lo difícil que ha sido la pandemia para la convivencia con otros cuerpos

Bailarines, durante la puesta en escena.
Bailarines, durante la puesta en escena. Foto Cortesía: Ernesto Reynoso

El reconocido coreógrafo mexicano Óscar Ruvalcaba reflexiona acerca de la importancia del contacto humano a través de la pieza Periferia, en la que seis bailarines y él comparten sus vivencias durante el confinamiento derivado de la pandemia de Covid 19: los miedos que experimentaron, la incertidumbre, la desesperación y lo que les generó no poder tocar a otros o ser tocados.

“Nos juntamos con las medidas de precaución y llegamos a la conclusión de que había puntos en los que coincidíamos, creíamos que la mejor manera de llegar a esto era hacer una obra para ponerlo en juego y compartir nuestras experiencias, lo conjuntamos y es el resultado de la coreografía Periferia”, explicó en entrevista telefónica con La Razón.

La pieza que se estrena mañana en el Teatro Raúl Flores Canelo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) profundiza la necesidad que existe en los seres humanos de querer tocar, ser tocados, abrazar y ver otros cuerpos. Además analizar cómo estos aspectos contribuyen a la salud emocional y mental.

“Durante la coreografía casi hay cero contacto y el que existe es como dentro de estas formas acotadas que se han ido desarrollando en la pandemia. Es como una junta de Zoom donde están conviviendo a través de una pantalla, sabes que el otro está ahí, pero estás aislado.

La obra es relevante porque pone al cuerpo y su necesidad de tocar y ser tocado en el centro de la reflexión; es necesario enfatizar que no hay sustituto para esto
Óscar Ruvalcaba, Coreógrafo

“Que casi no haya contacto físico ha sido un reto para mí como coreógrafo. Cada uno desarrolla su propia historia y al final se convierte en un relato colectivo”, detalló.

Óscar Ruvalcaba, quien ha creado coreografías para la Compañía Nacional de Danza, Contempodanza y el Ballet Independiente, compartió que en su caso, durante los primeros meses del confinamiento experimentó desconcierto y dudas al ver que éste se alargaba, pero también en ese tiempo pudo reflexionar acerca de su danza y el diálogo con su cuerpo.

“Fue una experiencia que me confrontó, pero también que tuvo grandes frutos porque me hizo redirigirme a mi danza, al diálogo con mi propio cuerpo, me permitió poner en perspectiva muchas cosas como artista y coreógrafo.

“Te preguntas dos cosas, que el mundo es muy efímero, por eso es importante estar en el presente, no cancelar el futuro, entender frente a todo esto que hay ciertas cosas pasajeras como el ahora, las tendencias, las formas que se popularizan, las visiones sociales, entonces uno necesita poner su mirada en aquello que es constante”, contó.

En la puesta en escena conjunta la danza, el texto, la música y el video para construir una atmósfera en la que el público sienta las emociones que vivieron los intérpretes durante los meses más aciagos de la crisis sanitaria.

Ruvalcaba también expresó sentirse feliz por volver a los escenarios, donde uno de los principales retos que ve es que el público recupere la confianza para regresar a los teatros.

“Es un alivio regresar a los teatros, pero hay mucha preocupación sobre cómo recuperar al público. Hay cambios muy profundos”, finalizó.

  • Cuándo: del 10 al 12 de septiembre y del 17 al 19 del mismo mes
  • Dónde: Teatro Raúl Flores Canelo del Cenart
  • Horarios: viernes 20:00, sábados, 19:00 y domingos 18:00 horas
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