Colectivo responde a Caniem e IMPI

La Pirateca: Nuestras actividades son ilegales mas no ilegítimas

Han escaneado 200 libros para descarga en Internet detallan integrantes a La Razón; la Cámara Nacional de la Industria Editorial defiende el derecho de autor

Asistentes de la FIL Guadalajara, en diciembre del 2022.
Asistentes de la FIL Guadalajara, en diciembre del 2022. Fotos: Cuartoscuro

La Pirateca, proyecto que bajo el lema “Los libros no se roban, ¡se expropian!”, en su página de Internet ha liberado 200 obras para descargarse de manera gratuita generando un amplio debate entre quienes están en favor o en contra de estas prácticas y la postura de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) que pone sobre la mesa el tema de la legalidad y la vulnerabilidad del derecho de autor. Sin embargo, integrantes de esta colectiva anónima defienden que sus actividades son “ilegales”, pero no “ilegítimas”.

“La Caniem y el IMPI tienen razón. Nuestras actividades son ilegales, mas no ilegítimas. Nuestra única arma en esta lucha es la desobediencia civil. Queremos afirmar que es posible leer y escribir, generar y adquirir conocimiento, lejos de los sistemas de consumo que piensan en el mundo sólo en términos de valor de cambio”, respondieron en entrevista vía correo electrónico con La Razón.

La Pirateca escanea libros que a quienes forman parte de esta iniciativa les han movido “afectos y sensibilidades” para compartirlos a la comunidad.

Desobedecemos leyes que son profundamente injustas, clasistas y privatizadoras para intentar otras formas de leer y de escribir. Decidimos habitar la desautorización y la ilegalidad como un comienzo de otras lecturas, otras escrituras posibles; otro(s) mundo(s)
La Pirateca

La Caniem ha alertado que dichas prácticas son ilegales y afectan a los autores. “Cada vez que se comparten ilegalmente contenidos protegidos por el derecho de autor, se vulnera y se limita la creación y la publicación de nuevas obras que enriquezcan la vida cultural del país. El Derecho de autor y la Propiedad intelectual son el garante que tienen los artistas y trabajadores creativos de México, para vivir dignamente de su trabajo, junto con sus familias”, ha señalado debido a que los escritores dejan de recibir regalías, puesto que no se está comprando el título.

Sin embargo, quienes conforman La Pirateca argumentaron que también se debe plantear el acceso a libros sin fines comerciales. “A los dueños de los grandes capitales de la industria editorial les parece imposible siquiera comenzar a imaginar un mundo donde ellos dejen de acumular capital a costa de la explotación de otrxs: de sus lectores, escritores y del resto de las personas que participan en la creación de un libro. Les parece imposible imaginar un mundo donde cualquier persona pueda leer un libro, donde no es necesario ser rico para acceder al conocimiento humano, donde la lectura no sea un privilegio de clase”, defendieron.

En lo anterior coincide Carlos Armenta, presidente del Comité de Editoriales Independientes de la Caniem y editor de Impronta, casa que ha respaldado a La Pirateca. “Necesitamos entablar un diálogo más allá del camino punitivo que se propone. El copyright debe tener sus límites, para evitar la privatización de la cultura y el conocimiento. Tenemos derecho a imaginar y pensar en nuevas posibilidades para la edición y el libro”, comentaba Armenta en un pronunciamiento.

La librería de Impronta, el pasado 14 de junio del 2022 recibió una visita del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial con el objetivo de imponer medidas cautelares y realizar una inspección ya que contaba con una alcancía de La Pirateca, a través de la cual la gente hacía aportaciones para que el colectivo continuara liberando libros.

Las actividades de la llamada Pirateca son, indiscutiblemente, ilegales, así lo determinó la autoridad competente, que es el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual. El derecho de autor es el marco legal que permite a miles de autores dedicar tiempo y esfuerzo a la creación intelectual, y a numerosas editoriales, invertir en la publicación de contenidos para beneficio de la sociedad
Caniem

Quienes forman parte de La Pirateca indicaron que Impronta, junto con otras editoriales y autores con licencias libres en sus publicaciones, les han apoyado y demuestran que es posible hacer que las personas accedan a un libro.

“Son prueba de que podemos hacer libros sin la necesidad de privatizarlo todo, que podemos vivir dignamente y al mismo tiempo liberar los textos que producimos, que no es necesario poner nuestras creaciones al servicio de los dueños de los grandes capitales, que es posible pensar y habitar el mundo fuera de intercambios capitalistas, que no todo se mide en valor de cambio”, apuntaron.

Aunque la Caniem se ha centrado en la defensa de los derechos de autor, hay escritoras como Gabriela Jáuregui y Dahlia de la Cerda que han externado su apoyo a La Pirateca.

“Como editora, autora y lectora La Pirateca tiene mi respaldo, apoyo y fandom total. Jamás debería de quedarse alguien con ganas de leer algo porque no puede pagarlo. Quien puede pagarlos compra nuestros libros incluso después de descargarlos. Así de fácil”, ha expresado Jáuregui, autora de La memoria de las cosas.

La escritora Dahlia de la Cerda ha manifestado que si alguien no puede adquirir su libro Perras de reserva y lo lee a través de La Pirateca, la manera en que puede retribuirle es recomendando su libro para que más lo conozcan.

Como editora, autora y lectora La Pirateca tiene mi respaldo, apoyo y fandom total. Jamás debería de quedarse alguien con ganas de leer algo porque no puede pagarlo. Quien puede pagarlos compra nuestros libros incluso después de descargarlos. Así de fácil
Gabriela Jáuregui<br>Escritora

“Si no tienen dinero para comprar Perras de reserva pueden leerlo en plataformas como La Pirateca y para retribuirme a mí como escritora pueden recomendarlo a sus amigues, hacerle una reseña buena o mala, una mención en sus redes, puntarlo en goodreads”.

En caso contrario, Leticia Huijara, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), ha dicho que se debe garantizar el derecho de todos.

Actualmente, La Pirateca tiene entre los títulos que ha escaneado Pequeños tratados II, de Pascal Quignard.