El Palacio de Bellas Artes abrió sus puertas para recibir a los ganadores del Premio Nacional de Artes y Literatura 2023, en una ceremonia en la que se reconoció a cuatro personalidades por sus contribuciones al enriquecimiento del acervo cultural del país. Este año, en el campo de la Lingüística y la Literatura fue reconocida la escritora Beatriz Espejo Díaz; en las Bellas Artes, el director y dramaturgo Jesús Valdés Kuri; en el área de Historia, Ciencias Sociales y Filosofía, el académico e investigador José Manuel Valenzuela Arce; y en Artes y Tradiciones Populares, el músico, compositor e investigador Guillermo Velázquez Benavides.
La ceremonia estuvo encabezada por las titulares de la Secretaría de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, y de Gobernación (Segob), Luisa María Alcalde Luján, y arrancó con unas décimas del maestro Guillermo Velázquez, quien comentó que “Bad Bunny tiene lo suyo, pero el huapango también”, para posteriormente hacer resonar en la Sala Principal el son arribeño “El Xichulense”, acompañado por los Leones de la Sierra de Xichú.
Frausto Guerrero declaró que con la entrega de estos galardones en el emblemático recinto de avenida Juárez el arte de los pueblos “volvió a este Palacio, de donde nunca debió haber salido”.
“Este premio es un reconocimiento a las personas que conforman el patrimonio vivo de esta superpotencia cultural que somos. (Los galardonados) Han roto barreras y superado obstáculos durante toda su trayectoria, este premio es el reconocimiento a toda una carrera que los convierte en Creadores Eméritos del Sistema de Apoyos a la Creación”, destacó.
Beatriz Espejo Díaz fue la primera en recibir medalla y diploma. Explicó que una semana atrás fue sometida a una intervención quirúrgica en la cadera; sin embargo, no quería perderse la ceremonia, motivo por el que los médicos le autorizaron a asistir. En este sentido, mencionó que “un país importante como el nuestro tiene derecho a la salud y a la cultura, y en cuestiones de cultura estamos a la cabeza de muchos otros países del mundo”.
Espejo Díaz admitió que siempre había ansiado obtener la presea, y aunque ya había visto a escritores como Rubén Bonifaz Nuño, Jaime Torres Bodet y su propio esposo, Emmanuel Carballo, recibirla, “no estaba muy segura de un día poderla obtener. Cuando me enteré de que finalmente la recibía me dio una especie de ataque de llanto y risa”.
El director y dramaturgo Claudio Valdés Kuri externó que hablar del fenómeno teatral significa entrar en el terreno de lo sutil, ya que es un arte esencialmente efímero: “Escribimos al aire, pero con el gran poder de susurrar al oído del espectador”.
“El teatro es una herramienta poderosa, única y sagrada, donde el espectador puede, a través del otro, contemplar su propio ser. Confío en que los jóvenes que vienen atrás no pierdan el aliento y sepan que poniendo al servicio de los demás esta maravillosa herramienta, están creando caminos de conciencia”, declaró.
Por su parte, el investigador José Manuel Valenzuela Arce reflexionó sobre la situación de las y los jóvenes en América Latina y llamó a impulsar una “ciencia con conciencia”.
“Los procesos de precarización, junto a la degradación de las instancias encargadas de impartir justicia, enmarcaron los mundos juveniles colocando a muchos de ellos en ‘necrozonas’ que amplían la incidencia del juvenicidio. Requerimos una ciencia crítica, reflexiva y humanista que problematice su responsabilidad en la transformación de la realidad”, señaló.
Mientras que Guillermo Velázquez hizo honor a su sobrenombre de “juglar de fiesta y quebranto” y con versos externó que “músicos sin escuela han sido en su corazón repositorios de un don que regocija y consuela”, por lo que en nombre de ellos recibió el premio y el homenaje.
“Este premio nacional no es para mi narcisismo, el apapacho al morral, y yo sigo siendo el mismo, el galardón a mi ver quizá ni me lo merezco, pero mientras agradezco en mi más íntimo ser, me regocija saber que, aunque gane un dineral, nunca obtendrá el Peso Pluma este premio nacional”, expresó, mientras se llevaba la ovación de los asistentes.
Luisa María Alcalde rememoró la obra de cada uno de los ganadores reconocidos ayer y les pidió que “no dejen nunca de asombrarnos con la música de su obra. Desde la palabra, la expresión, la ciencia o el canto, nos demuestran lo que se ha buscado por el Presidente López Obrador, a quien hoy tengo el honor de representar: darle voz a aquellas y aquellos que no la tenían”, concluyó.