Presenta Oscuro bosque oscuro Entrevista

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Por Omar Nieto

Con una estructura que simula un texto poético, Jorge Volpi presentó su nueva novela, Oscuro bosque oscuro, en la que aborda la participación de un batallón de ciudadanos alemanes que encabezó las matanzas nazis en contra de miles de judíos.

Con los cuentos de los hermanos Grimm como telón de fondo, Volpi explora el ritmo obsesivo con el que el discurso nazi fue apoderándose paulatinamente de las conciencias del pueblo germánico. Lo que resulta atractivo del libro son su estructura y la constante interpelación que hace al ciudadano común por su participación activa o pasiva en este tipo de actos que han marcado la historia, no sólo en Alemania, sino en Ruanda, Yugoslavia o Acteal.

Jorge, ¿Cómo nace la idea de Oscuro bosque oscuro? La primera vez que leí sobre este episodio fue cuando hacía la investigación para En Busca de Klingsor, hace más de 10 años, y desde entonces se me quedó muy grabado cómo la gente común, cualquiera de nosotros, es capaz de convertirse en verdugo de otros seres humanos. Oscuro bosque oscuro ocurre en un lugar que no existe, con personajes ficticios, porque quería darle esa dimensión universal al acontecimiento, pues no sólo pasó en la Alemania nazi, también en Camboya, Ruanda, Darfur o Yugoslavia.

Se te ha criticado que no siendo europeo abordes estos temas, ¿Por qué tu interés en esta zona geográfica? Creo que la Segunda Guerra Mundial es un tema que despierta el interés de escritores, lectores y cineastas, porque ahí se concentra lo peor de la naturaleza humana, sobre todo en la racionalidad alterna que intenta establecer el nazismo. Si uno lo ve a la distancia es enloquecedor e insultante haber asesinado esa cantidad de seres inocentes por ninguna otra razón más que el virus de la ideología.

¿Cómo crees que podría ser recibido este libro si llega a ser traducido al alemán? En Alemania, sobre todo en la Alemania federal, se han introyectado la culpa y la responsabilidad de lo ocurrido en la Alemania nazi. Se ha bautizado como “verdugos voluntarios” de Hitler a la población civil que sabía de las matanzas y participaba activamente o pasivamente en ellas. No sé si este libro se vaya a traducir; es un libro difícil en su escritura, en su estructura, pero no creo que sea mal recibido. Los alemanes tienen una reacción en general positiva frente a urgar en su propia historia.

¿Cómo esperas la reacción en México? Hay que decir que siempre los mexicanos nos consideramos muy lejos de estos temas. Aunque haya sido en una medida infinitamente más pequeña, hechos como Acteal demuestran que también muy cerca de nosotros es posible observar la matanza de mujeres y niños inocentes.

La forma del libro simula una estructura poética, ¿cómo surge la idea? Quería explorar un ritmo narrativo distinto, casi obsesivo. El libro es una metáfora de cómo actúan en general los gobiernos, pero mucho más los gobiernos totalitarios, repitiendo una y otra vez el mismo mensaje, las mismas fórmulas que contribuyen enormemente a una obsesión. La idea de llamar “insectos” a los judíos no viene de la época nazi, sino del genocidio en Ruanda, donde durante semanas la radio se dedicó a decir que las minorías eran “cucarachas”, que estaban “haciendo daño” a la nación.

fdm