Siendo un lugar lleno de historia, Puebla, ubicado en la región central de México, desde la época prehispánica albergó a mexicas, toltecas, olmecas, totonacas, nahuas, mixtecas, zapotecas y otomíes, cuyas zonas arqueológicas hoy reflejan el esplendor de esos años. También fue asentamiento de importantes ciudades como Cantona y Cholula.
Y durante el Virreinato, con iglesias y conventos símbolo del barroco mexicano, el territorio del Obispado de Puebla se extendía de la Villa Rica de la Veracruz, hasta el actual puerto de Acapulco, Guerrero, siendo por casi 300 años el de mayor extensión, hasta que como estado, Puebla fue reconocida en 1824. En la actualidad tiene una extensión de 34 mil 251 kilómetros cuadrados y cuenta con 217 municipios.
Además, el suelo poblano fue escenario de cuatro importantes eventos de la historia de México: la Batalla del 5 de mayo de 1862, el Sitio de Puebla en 1863, la Toma de Puebla y la Revolución Mexicana, con el ataque en 1910 a los hermanos Aquiles, Máximo, Carmen y Natalia Serdán Alatriste, siendo los primeros mártires del movimiento, por lo que en 2013 el Congreso estatal reconoció a la capital como cuatro veces heroica.
Hasta ser famoso hoy por el Estadio Cuauhtémoc y la variedad de actividades como el montañismo, la vida nocturna, festivales y más, siendo un destino preferido por nacionales y extranjeros.
Catedral de la ciudad de Puebla. Construida entre 1536 y 1539 en el corazón de la “Ciudad de los ángeles”, es considerada una de las más bellas del país y América Latina. Su altar mayor fue diseñado por el escultor Manuel Tolsá, además de tener campanarios de 70 metros de altura, siendo de los más grandes de México, que se complementan con 14 pinturas en forma de medallón con escenas del viacrucis, repartidas alrededor de la nave, el coro y los órganos.
Atlixco. Uno de los pueblos mágicos del estado, donde podrás disfrutar de vistas panorámicas del volcán Popocatépetl desde el cerro de San Miguel, pasear por la Parroquia de Santa María de la Navidad, el Exconvento del Carmen o admirar la fachada de la Capilla de la Tercera Orden para después disfrutar de sus típicos helados y del aire fresco, rodeado de árboles frutales y los murales de Juan Manuel Martínez Caltenco en el Palacio Municipal.
Cholula. A 10 kilómetros al poniente de la ciudad de Puebla, la Gran Pirámide y la plaza conocida como “patio de los altares”, son el asentamiento prehispánico más importante de los explorados hasta ahora en el estado, se especula que debajo de ella hay siete pirámides más. También puedes recorrer la Capilla Real, el convento franciscano, la arquería de su plaza, la parroquia de San Andrés y los famosos templos de Tonanzintla y Acatepec.
Chignahuapan. Desde octubre hasta diciembre la ciudad se convierte en toda una villa navideña llena de luces y color gracias a la Feria de la Esfera, donde podrás conocer y adquirir el trabajo de productores locales para decorar tu casa, además de probar el pan de higo y el pan de queso. O pasear por el quiosco estilo mudéjar, ir a la Parroquia de Santiago Apóstol y visitar el centro turístico Salto de Quetzalapa para ver su cascada de más de 200 metros de alto.
El Parián. Se considera como el primer mercado artesanal de la ciudad. Desde 1961 ocupa las instalaciones de lo que fue el antiguo mercado denominado El Parián, al visitarlo es posible adquirir lo mejor del arte popular poblano y de México en alguno de sus 112 locales, como dulces típicos, juguetes de madera, piezas de talavera y todo tipo de textiles como rebozos, blusas, camisas, provenientes de las diferentes poblaciones que rodean a la ciudad.
Zacatlán de las Manzanas. Ubicada en la sierra, al borde de la Barranca de Los Jilgueros, este pueblo mágico es reconocido por ser la tierra donde crecen los árboles de manzana, se fabrican relojes monumentales musicales, que se aprecian en su Plaza de Armas, y se hornea pan de queso. Desde el mirador es posible admirar un mosaico monumental de más de 100 metros, con motivos religiosos y prehispánicos.