La puesta en escena Lo que queda de nosotros aborda el duelo, pero a través de un mensaje de esperanza. Una adolescente pasa por la pérdida de sus seres queridos, pero encuentra en su perro Toto una manera de ir sanando.
“Todos hemos conocido la palabra duelo más que antes, el hecho de cómo mi personaje se ve obligado a lidiar con ello para mí fue como una catarsis, recuerdo muchas similitudes entre Nata y mi yo adolescente”, compartió a La Razón la actriz Cinthya Annel, protagonista de la puesta en escena que se despide este fin de semana en el Foro Shakespeare.
El montaje de Sara Pinet y Alejandro Ricaño hace uso del teatro de sombras. “Es volver a la infancia, a esta simpleza que es muy bella, eso ayuda mucho a aligerar; sí hay momentos tristes, pero está muy bien manejado. Si una escena te dejó destrozado en otra vas a estar arriba, eso la hace muy digerible, porque todos tenemos distintos duelos por la pandemia”, expresó.
Nata, su personaje, compartió Annel, le recuerda cuando solía pasar mucho tiempo con la primera perrita que tuvo. Fue hija única, entonces con su mascota compartió varios momentos de su vida.
“La abrazaba, platicaba con ella porque era como mi hermanita”, rememoró la actriz en cuya obra también se aborda el amor incondicional hacia las mascotas.
“Es una adolescente a la que le han enseñado que no haga lazos con la gente porque la van a lastimar. Está más enojada que triste, siente que es injusto lo que está pasando, es lindo ver el proceso de este personaje, de esta chica que carga con mucho dolor y no sabe lidiar con éste”, explicó Cinthya Annel.
