Mediante 208 obras de 124 artistas, la exposición Mexichrome. Fotografía y color en México hace un primer acercamiento a la historia del uso del color que ha quedado fuera de las investigaciones, porque ha sido un tipo de imagen infravalorada. La muestra exhibe cómo Armando Salas Portugal, Lourdes Grobet, Pedro Meyer, Pedro Valtierra, Enrique Metinides y Bob Schalkwijk, entre otros más, encontraron en el color la manera de experimentar o retratar la vida en el país, desafiando el canon en blanco y negro.
“La foto en color parece algo cotidiano, pero para los fotógrafos fue un reto y problemático. La historia de la fotografía en color no ha sido contada, pese a que México debe tener la historia de la foto más importante, al nivel de Francia. En los libros de fotografía se omite a la foto en color”, explicó ayer en conferencia de prensa previo al recorrido por la exhibición, el curador James Oles, quien realizó una investigación de cerca de nueve años con el apoyo de Fundación Televisa.
Señaló que la muestra, que se inaugura hoy, es un primer intento de “abrir una caja de pandora” sobre la fotografía en color, que pueda motivar a otras exposiciones e investigaciones.
En la exhibición, el público podrá conocer obras emblemáticas de los pioneros de la técnica fotográfica en color en México, entre ellos Paul Outerbridge, Juan Guzmán, Walter Reuter, Bob Schalkwijk y Pedro Meyer.
De Bob Schalkwilk, por ejemplo, hay imágenes como Procesión durante Semana Santa, Huahuacherare, Sierra Tarahumara y Mañana de Navidad, Chogita, Sierra Tarahumara, en ésta última se ve a dos mujeres tarahumaras caminando sobre la nieve.
De Schalkwijk también están las emblemáticas imágenes que tomó durante las Olimpiadas del 68; plasmó cómo en zonas populares del país se decoraron casas humildes que eran visibles a lo largo del Periférico, como tratando de ocultar el grado de marginalidad en la que vivían los habitantes de éstas. Dichas obras dialogan con las fotos de Pedro Meyer en las que documentó otro proyecto oficial donde el color se utilizó para embellecer o disimular las cicatrices del paisaje urbano de la capital del país.
El recorrido por la muestra tiene la particularidad de no ser cronológico sino por temáticas: “Paisaje natural”, “Pasado Prehispánico”, “Muros Pintados”, “Antropologías”, “Arquitectura moderna”, “Ansiedad y violencia”, “Mercados y comercio”, “Religión y ceremonia” y “La Bandera”. Se podrán admirar una diversidad de imágenes, desde la icónica de Pedro Valtierra, de mujeres tsotsiles confrontando a soldados del ejército; una imagen panorámica de Uxmal, de Armando Salas Portugal; un retrato de Frida Kahlo posando con una escultura Olmeda en 1938, de Nickolas Muray, la foto más antigua de la exposición; hasta una obra de la serie “Paisajes pintados”, de Grobet, quien aplicaba colores intensos donde no debían estar, en nopales entre hierbas, por ejemplo.
También observarán Muro, cerca de Los Indios, Texas, de la serie “The Border Cantos”, de Richard Misrach, quien fue pionero en la fotografía en color en gran formato. En ésta retrata parte del muro fronterizo. Además de imágenes de Manuel Álvarez Bravo, quien en los años 60 realizó algunas impresiones dye-transfer para probar que era capaz de dominar la técnica.
La exhibición incluye una serie en gran formato de Andrés Carretero llamada Rubias, que reúne retratos de figuras como Lolita Ayala, Silvia Pinal y Guadalupe Loaeza, entre otras más.
En el apartado “Violencia y ansiedad” es posible ver la foto Día de Reyes, colonia Condesa, de Toni Kuhn, en la que dos niños le apuntan con pistolas de juguete a otros menores que están acostados; también se encuentra la emblemática imagen de Enrique Metinides sobre una mujer que llora desconsoladamente, luego de que su pareja fuera asesinada por unos ladrones; y una imagen de Teresa Margolles en la que en medio de un paisaje desolado de Ciudad Juárez, posa una mujer trans.