El sismo del pasado 7 de septiembre de magnitud 7.1 produjo nuevas grietas y desprendimiento de aplanados de estuco en la zona arqueológica del Templo Mayor, dio a conocer Leonardo López Luján, director del Proyecto Templo Mayor. Aseguró que no se vieron afectadas pinturas murales ni esculturas adosadas.
“Ayer el equipo de conservación del Proyecto Templo Mayor-INAH hizo una minuciosa inspección de la zona arqueológica para registrar daños ocasionados por el temblor”, detalló en Twitter y específico que el desprendimiento de los aplanados de estuco fue principalmente en los muros este y norte.
De las grietas, el arqueólogo informó que se detectaron en la plataforma de la Etapa II, en la esquina NW de las etapas III-IV y en el muro de la plataforma norte del Templo Mayor, así como en la esquina NE del Edificio B. También indicó que viejas grietas se volvieron a abrir.
Ante la pregunta de un usuario si había riesgo de un derrumbe en el Templo Mayor ante un nuevo sismo descartó que exista este peligro.
“No, en lo absoluto. Nuestros equipos de conservación actuarán al respecto, pero es claro que no hay daños severos, ni ningún peligro de colapsamiento”, respondió.
Actualmente expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizan labores para sustituir el techo que colapsó en el Templo Mayor a raíz de las fuertes lluvias del pasado mes de abril. Éste resguardaba la Casa de las Águilas en la zona arqueológica.
“De acuerdo con lo que determinaron los especialistas a cargo, la techumbre caída no se puede retirar en un solo movimiento debido a su peso –aproximadamente 60 toneladas–, a motivos tanto logísticos como de cargas naturales del piso y el subsuelo, así como a los riesgos de provocar daño en el edificio prehispánico”, detalló el INAH.
AG