Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario

Réquiem-IA, entre el asombro y el desconcierto

Se presentó con una coreografía creada por Irina Marcano, como parte del El Aleph. Festival de Arte y Ciencia

El taller Coreográfico de la UNAM en Misa en IA.
El taller Coreográfico de la UNAM en Misa en IA. Foto: Especial

Asombro y desconcierto fue lo que provocó una intervención realizada con Inteligencia Artificial de la partitura inconclusa del Réquiem de Mozart, la cual se presentó con una coreografía creada por Irina Marcano, como parte del El Aleph. Festival de Arte y Ciencia.

El programa se conformó de dos partes, en la primera, los espectadores disfrutaron con música en vivo, el ballet Réquiem de Mozart, que creó la fallecida coreógrafa y fundadora del Taller Coreográfico de la UNAM, Gloria Contreras. Una pieza que se distingue por la precisión en la ejecución de cada bailarín, pero también por expresar esperanza y fe. El público estalló en aplausos en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, la tarde del domingo.

Tras una pausa y de que Irina Marcano, actual directora del Taller Coreográfico de la UNAM, explicara que a partir de la Inteligencia Artificial y humana se intervino la partitura inconclusa del Réquiem de Mozart, se presentó el resultado de esta propuesta con Misa en IA, coreografía concebida ex profeso para el proyecto.

Los bailarines se quitaron los leotardos completos y en tonos pastel, para ejecutar la pieza con atuendos en color negro más contemporáneos. Mientras ejecutaban la coreografía, sonaba la música creada a partir de la Inteligencia Artificial, que tuvo entre sus particularidades seguir patrones que casi nunca cambiaban.

Y es que el trabajo realizado por el Seminario de Investigación en Música, Matemáticas y Cómputo, consistió en analizar la obra de Mozart y otras misas para hacer un análisis estadístico de la obra del compositor para, a partir de la IA, crear la música, que tuvo que ser intervenida por los expertos, con el fin de darle coherencia.

La pieza fue interpretada en vivo por el Coro Staccato y la Orquesta Juvenil Eduardo Mata. Al finalizar, entre aplausos tímidos, los espectadores reaccionaron a la propuesta.

“En particular no me gustó, siento que no se escucha realmente a Mozart, se supone que la Inteligencia Artificial tendría que tomar los patrones para replicar lo que el compositor original escribió, se escucha algo completamente contemporáneo, no pensaría que es el mismo autor; aunque pensando que es una obra actual, tiene su particularidad. En general me gustó, pero tiene sus matices este tema de la Inteligencia Artificial”, dijo a La Razón Priscila Pineda, una de las espectadoras.

Mientras que para Alma Sánchez fue una música que le sorprendió, pero consideró aún lejana a Mozart. “La propuesta fue bastante interesante, pero a mi gusto dista mucho, no vamos a pensar nunca que es parte del Réquiem de Mozart, aunque fue una propuesta que me dejó boquiabierta, es parte de lo que hace la Inteligencia Artificial también”, expresó a este diario.