Más de 100 años archivadas

Resuenan en Bellas Artes obras inéditas de Silvestre Revueltas

“Este concierto es el primer paso para saldar una deuda histórica”, dice el director del Cenidim Carlos Chávez, Víctor Barrera; un autor en busca de una voz

El pianista Mauricio Nader, ayer en el Palacio de Bellas Artes.
El pianista Mauricio Nader, ayer en el Palacio de Bellas Artes. Foto: Cortesía INBAL

Un Silvestre Revueltas más cercano al romanticismo, pero en busca de una voz propia y con influencias diversas como la música oriental fue parte de lo que el público conoció del célebre compositor mexicano ayer en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, donde se estrenaron 23 piezas inéditas para piano que concibió el autor en su juventud y que después de más de 100 años de haber estado archivadas vieron por fin su luz.

El concierto, aseguró Víctor Barrera, director del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (Cenidim) Carlos Chávez, no sólo fue un “homenaje al compositor, sino el primer paso para saldar una deuda histórica que tenemos con Silvestre Revueltas”.

El público estaba expectante por conocer esta faceta musical del compositor. El primero en aparecer en el escenario fue el pianista Mauricio Nader, quien comenzó el recital con Andante, una pieza que en sus palabras “es la más elaborada e interesante”, porque Revueltas “rompe con la idea de hacer música romántica, está buscando algo más serio y estructurado”, dijo casi al final del concierto en un video que se proyectó de los instrumentistas que participaron en la velada.

A ésta le siguieron Capricho Húngaro, Hoja de álbum y II Danza de salón, entre otras más. Éstas se caracterizaron por tener momentos de calma, pero también permitieron apreciar a un Silvestre Revueltas distinto al de Sensemayá o La noche de los mayas.

Luego de estas interpretaciones, los asistentes vieron un video en el que se explicó que desde hace 25 años se sabía de la existencia de las obras para piano de Revueltas, a través de un microfilm que estaba en la Biblioteca de la UNAM. Finalmente pudieron acceder a los manuscritos durante la pandemia cuando Eugenia Revueltas, hija del creador, se acercó para abrir el archivo de su padre.

“En medio de la pandemia, la doctora Eugenia Revueltas me buscó para decirme qué más podíamos hacer con su papá, le dije ‘imagínese que Juan Rulfo no esté editado en México’”, comentó el músico y compositor Luis Jaime Cortez.

El recital continuó con la pianista Salomé Herrera, quien comenzó su participación con Mattinata, una pieza “más elaborada y que se transforma”, comentó en un video.

La segunda parte del recital también incluyó Tempo di vals, Añorando, Feuille d’álbum, Solitude, Moderato Op.4 y Prelude, ésta última una pieza más reflexiva.

Después de que el público vio un video de los pianistas participantes hablando de su experiencia al acercarse por primera vez a estas obras

inéditas de Revueltas, tocó el turno de Rodolfo Ritter, quien reconoció que cuando supo del proyecto se quedó muy sorprendido.

“Son demasiadas influencias externas, tenía una búsqueda de estilos de composición muy atípica, refleja una búsqueda inusual”, externó.

Entre las piezas que interpretó estuvieron Lento doloroso, una obra entre tranquila y dramática; y Valsette, que remitió a los valses del siglo XX.

Ritter también deleitó con Albumblatt, Momento musical, Primer Estudio, Sonatina y Tragedia en forma de rábano, con ésta última terminó el concierto y el público aplaudió emocionado por conocer esta faceta hasta entonces desconocida de Silvestre Revueltas y de ser parte de este concierto que fue calificado de histórico.

Al inicio estuvo presente Eugenia Revueltas, quien expresó que el concierto era un “acto muy emocionante, sentimental e intelectual, porque una anciana viene a escuchar la música de su padre, un joven de 15 años”.