A través de Los hijos dormidos, el escritor francés Anthony Passeron decidió romper el silencio y lidiar con el trauma familiar a cuarenta años de la muerte de su tío Desiré, a causa de sida, ocurrida en una época en la que se desconocía y temía a la enfermedad, marginando a las personas con ese diagnóstico.
“El silencio de mi familia es la prueba de que no le ganaron al trauma todavía. Yo no quería reproducir este silencio, siento una responsabilidad conmigo mismo primero y con mi familia, por eso tenía que destruir el silencio, para romper este trauma y que no se pase de generación a generación”, compartió en entrevista con La Razón.
En primer lugar, el autor propone una visión abarcadora que muestra la ruptura familiar y social que viven los Passeron, una familia rural francesa de los años 80, a raíz de la epidemia. Después termina con un relato de la lucha contra el virus en los hospitales franceses y estadounidenses, retomando no sólo su experiencia como un afectado colateral, sino también la relación entre la ciudad y los pueblos, dando como resultado “un libro sobre el sida en el mundo real, más que un libro sólo sobre el sida”, comentó Anthony Passeron.
El autor originario de Niza, Francia, compartió que quería mostrar que las víctimas de VIH son las más afectadas, pero también, “que la enfermedad ha venido a romper algo en las familias o en las relaciones sociales. Hay muchos daños colaterales: niños huérfanos, padres tristes por la pérdida de niños. Hasta ahora, la literatura sobre el sida siempre fue la visión del enfermo por el enfermo mismo, yo quería proponer una historia un poco más colectiva y alargar hasta el círculo familiar esta cuestión”.
La enfermedad ha venido a romper algo en las familias o en las relaciones sociales. Hay muchos daños colaterales: niños huérfanos, padres tristes por la pérdida de niñosAnthony Passeron, Escritor
Los tabúes y la soledad que acarrean los secretos familiares hicieron que, frente a la pérdida de su tío, fuera un niño que tuvo que vivir el trauma en el abandono, reconoció Anthony Passeron, porque era parte de un hogar donde no se hablaba de lo que significaba el VIH, pero tampoco de ningún tema.
A sus 41 años de edad, el escritor se mantiene consciente del poder que tiene destruir el silencio dentro de la crianza: “Hoy no soy más un niño, soy un padre. Quiero tener una familia donde se hable de todo, lo contrario al silencio en el que he crecido, estoy criando a mis hijos en una familia muy abierta, hablo mucho con ellos”, agregó Anthony Passeron, quien recientemente fue uno de los invitados del Hay Festival Querétaro.
La fractura de su familia fue tanta que su padre “desapareció”, dijo el autor, como una forma de escapar de la realidad, por lo que actualmente no tienen una buena relación.
Adelantó que escribe una segunda novela, en la que reflexionará sobre las razones de la desaparición de su padre.