La escritora Alma Delia Murillo (1979), autora del libro La cabeza de mi padre, considera que a la generación de escritoras contemporáneas les toca “deconstruir el arquetipo del padre” y augura que en los años venideros cada vez habrá más mujeres autoras que aborden esta figura.
“Nos toca ahora venir a contar al mundo cómo lo vemos y qué significa para nosotras, en este caso un padre ausente”, afirmó en entrevista con La Razón, Murillo, quien hoy presenta su más reciente libro en el Foro Flores Magón de la Feria Internacional del Libro del Zócalo, a las 16:30 horas.
En La cabeza de mi padre (Alfaguara), la autora desde su propia experiencia aborda la ausencia del padre, en un país donde “todos somos hijos de Pedro Páramo”, como lo señala en su libro. Cuenta cómo a sus 40 años decidió irse a Michoacán, con algunos de sus hermanos y su madre, en busca de su papá, cómo vivió el abandono de su padre en la escuela y en la vida adulta. Además de compartir algunas vivencias que la marcaron y aspectos de su familia.
“Escribí la novela cinco años después, un poco me tomó por asalto porque creí que lo iba a hacer más adelante, pero como en 2020 hubo pandemia, los padres de varios amigos murieron y empecé a sentir la resonancia de la muerte de los padres y de lo que ello implicaba”, compartió la autora.
La escritora, quien con esta obra escribe fuera de la ficción, destacó que su libro además de centrarse en ese papá ausente, también es la historia de una familia imperfecta, escrita desde un “amor profundísimo”.
La novela se tiene que ver como un reconocimiento entre nosotros, y que lo cuente una hija me parece que aporta, no sé si es una escritura de más o menos calidad, si tengo o no talento, pero sí tengo una experiencia que sólo podría tener una mujer en este país, y en ese sentido es importante sumar al relato nuestro punto de vista, el de las hijasAlma Delia Murillo, Escritora
“Para nada la novela trata de decir ‘mi familia es perfecta’, sino todo lo contrario, mi familia está tan rota, pero cuento desde el amor, siempre lo digo, mis hermanos son mi avanzada en la vida, soy la menor de ocho, les debo lo que soy, me criaron, me educaron entre todos, entonces es un acto de amor al final”, expresó.
Murillo consideró que en La cabeza de mi padre “dice en voz alta lo que todos sabemos”, pero que nos avergüenza decir, como lo reconoce en el libro, porque, “es más digno tener un padre muerto que un padre que no te quiere, y duele menos”.
“Nuestra familia no es perfecta, no es el comercial de shampoo en la mañana ni el líquido para limpiar trastes con madres rubias, padres trabajadores e hijos felices, vacaciones en diciembre, coche nuevo cada tres años, nuestras familias están hechas de muchos dolores, carencias, por alguna razón sigue siendo muy difícil hablarlo, sigue dando vergüenza”, apuntó.
Murillo señaló que al inicio cuando publicó la novela aún los que habían crecido con un padre ausente se creían “raros o inadecuados”; sin embargo, en el camino ha comprobado que ocurre todo lo contrario, lo poco común son las familias donde no hay un papá que haya abandonado a sus hijos.
“Los raros son los que tienen una familia completa y feliz —y suelta una risa—, cuéntenos por favor cómo es esa anomalía de tener a un papá que no se fue, un poco me lo digo en broma, pero me sorprende ir constatándolo, a veces tengo la sensación de que somos la mitad de familias así y qué fuerte que el relato que se haya impuesto no es éste sino el otro, el de la familia perfecta, es reconocerlo y decirlo en voz alta, que con los meses que se va leyendo la novela, me doy cuenta que todos lo sabíamos, pero no nos lo contábamos”, afirmó.
Nos están escuchando
Murillo se alegra de formar parte de escritoras que han venido empujando para apropiarse de los espacios públicos y que cada vez más su voz resuene. Afirmó que gracias a esto es que ahora hay más lectores que han puesto su mirada en ellas.
“Coincido con Mayra González de Alfaguara, no es que haya un boom de escritoras, aquí hemos estado toda la vida, pero no sólo nosotras, además las que nos preceden, lo que hay es un boom en la necesidad de lectores de escucharnos, de leernos a nosotras.
“Me gusta mucho pensar que sí nos hemos ganado los terrenos en colectivo, porque no podría ser de otra manera, somos unas empujando a otras, conociendo a otras, creo que es lo que nos está abriendo espacios y vendrán más, pero sí es un trabajo que hemos hecho muy conscientemente de buscar el espacio público”, finalizó.
- Cuándo: miércoles 12 de octubre
- Dónde: Foro Ricardo Flores Magón (FIL Zócalo)
- Horario: 16:30 horas