La obra más conocida del artista barroco es Las Meninas, en el año 1623, Diego Velázquez fue nombrado pintor de la Corte por Felipe IV, quien acababa de ascender al trono; para lo que el artista abandonó Sevilla, su ciudad natal, para instalarse en Madrid. Fue un momento crucial y uno de los motivos principales por los que la mayor parte de los 64 óleos se encuentran resguardados en el Museo del Prado. Velázquez se consolidó como artista durante sus inicios en Sevilla, en concreto en el taller de Pacheco, y cuando al final se le escoge como pintor del rey, ya es una artista consolidado, con reputación. Un año antes de que Felipe IV le ofreciera un puesto como pintor de la corte, ya había estado en Madrid; sin embargo, durante esa etapa no logró retratar al monarca, pero sí realizó uno de los retratos más conocidos de este periodo: el que hizo a Luis de Góngora, depositado hoy en el Museo de Bellas Artes de Boston; posteriormente volvió a Madrid y pudo conocer al rey y fue escogido de manera definitiva como su pintor.
Gráficos: Julio Loyola y Roberto Alvarado.